La llegada del verano e incluso de las vacaciones no debe ser un motivo para dejar de entrenar, más bien lo contrario, ya que nos permitimos más excesos y llevamos un ritmo de vida que requiere más vigilancia. Para mantenerse en forma con las nuevas características del clima y del estilo de vida propio de esta época es conveniente realizar un plan de entrenamiento pensado para el verano.
Aprovecha el aire libre
Uno de los planteamientos más interesantes con la llegada del verano es que por fin se puede empezar a aprovechar el aire libre y durante estos meses, las actividades outdoor pueden ser las protagonistas. Aprovechemos entonces por añadir o cambiar de entrenamiento para correr, nadar en la piscina o en el mar, practicar senderismo por la montaña y descubrir nuevos deportes que quizás se pueden practicar también durante todo el año. Sal y diviértete mientras el nuevo clima te lo permita.
Saca partido a tener más horas libres
Las vacaciones y las jornadas intensivas de verano permiten hacer muchas cosas y cambiar un poco el plan de entrenamiento. Viajar e ir a la playa deben estar a la orden del día pero también habrá tiempo de hacer deporte. Es una época favorable porque tenemos mucho más tiempo libre, de manera que podemos combinar el ocio con el ejercicio diario e incluso hacer nuevos compañeros de actividades. Notarás como puedes seguir con tu rutina sin problema y tu cuerpo no sufrirá.
Busca las horas adecuadas para el sol
El verano es una época perfecta para el deporte al aire libre y crear un plan de entrenamiento de parques y playas, pero también puede ser un poco peligroso por los rayos solares. En todo caso, será crucial aplicar la protección solar adecuada y evitar practicar ejercicio en las horas centrales del día. Por ejemplo, si en nuestro plan de entrenamiento está correr, lo haremos por la mañana o bien por la noche. Adecúa tu nueva rutina de verano a este importante condicionante.
La hidratación es importante, en verano más
No puede faltar en el nuevo plan de entrenamiento de verano la vital incorporación del agua, pues la hidratación es muy importante en estos meses. Se recomienda beber sobre 3 litros de agua, pero cada uno sabe lo que ha perdido, y lo que necesita tras el ejercicio y el calor recibido. Lo que está claro es que aumentaremos la ingesta de agua siempre que hagamos ejercicio en primavera y verano y será mejor para nuestra salud.
Calentamientos y estiramientos diarios
Aunque tu plan de entrenamiento común, por decirlo de alguna manera, en los veranos sea realizar natación en la piscina, esto se suele hacer por diversión y no tanto por deporte. En este caso, conviene calentar y estirar nuestro cuerpo cada día para mantenerse en forma. Incorporar este tipo de ejercicios esporádicos a nuestra actividad diaria no resulta menos violento por hacerlo como puro pasatiempo y el impacto en el cuerpo es exactamente el mismo.