Qué es lo que de verdad quema calorías

Es una realidad que mucha gente comienza a hacer ejercicio para perder peso. La salud y la forma física casi pasan a un segundo plano. Efectivamente, el deporte nos ayuda a mantenernos en un peso saludable que, como me decía un amigo nutricionista, al final es aquel con el que cada persona se siente a gusto. Por supuesto siempre dentro de unos márgenes razonables, ni el sobrepeso ni la delgadez extrema son situación deseables.

Pero ¿qué hace la mayoría de la gente cuando quiere perder peso? Ponerse a dieta e intentar hacer el máximo ejercicio aeróbico posible. Y ambas cosas hacen perder peso, pero ni son las más eficaces ni, muchas veces, las más saludables. Además de esto, muchas veces “nos venden” ciertos productos como quemagrasas milagrosos, como el té verde, la piña, algunos suplementos naturales o ciertas prácticas. ¿Qué hay de verdad en ello?

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Mal o buen metabolismo

Nuestro metabolismo es el que siempre se lleva las culpa de que tengamos sobrepeso y la razón por la que pensamos que ciertas personas pueden comer lo que quieran sin engordar. ¿Cuántas veces has oído o dicho cosas del tipo “mi metabolismo es muy lento” o “me ha cambiado el metabolismo”?

Explicado de forma muy sencilla, tu metabolismo es lo que convierte los alimentos en energía. Pero también es el conjunto de reacciones bioquímicas que te permite estar vivo y hacer que tu corazón lata o tu pelo crezca aunque no muevas ni un dedo. ¿El responsable? El metabolismo basal o tasa metabólica basal (TMB), la cantidad mínima de energía que el organismo necesita para mantenerse vivo.

¿Por qué unas personas queman más que otras? En el gasto energético total (GET) influyen tanto la TMB como la tasa de actividad y el efecto térmico de los alimentos. Pero también depende de factores como el sexo (los hombres queman más), la edad, peso, talla, situación hormonal o masa muscular. El metabolismo va cambiando a lo largo de la vida de forma natural y es un mito que sea el culpable del sobrepeso. Es decir, que quemes poco tiene menos que ver con que “te haya cambiado el metabolismo” que con la falta de ejercicio. De hecho, según los expertos, el ejercicio es el factor más influyente en el gasto energético total. Aunque hay otras cosas que también te ayudarán a darle un empujoncito al metabolismo.

¿Qué es lo que de verdad hace que nuestro metabolismo queme calorías como un coche de carreras y no como una tortuga? Sigue leyendo si quieres saberlo y descubre también lo que, más que quemar calorías, te hará perder el tiempo.

Dieta extrema. Una ingesta pobre en calorías puede llevar a tu cuerpo a ralentizar el metabolismo hasta tal punto que la pérdida de peso sea nula, además de hacerte abandonar la dieta y sufrir el efecto rebote. Lo que de verdad funciona es seguir una dieta equilibrada y variada adaptada a tus necesidades. Jamás pasar hambre.

Suplementos termogénicos. Prometen estimular el metabolismo pero sus efectos no están comprobados y muchos de ellos ni siquiera contienen los componentes que dicen (o en tan poca cantidad que son casi nulos, como en el caso del té verde). Mucho mejor tomarte una taza de té verde o matcha al día, que tiene cierto efecto termogénico, que gastarte dinero en suplemementos.

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Comidas picantes. ¿Cuántas veces has oído que el picante ayuda a quemar calorías? Es cierto que, por ejemplo los chiles picantes contienen una sustancia que estimula el metabolismo, pero su efecto es bastante insignificante y tendrías que pasarte el día comiéndolos.

Tabaco. Se cree que la nicotina acelera el metabolismo, quema alrededor de 200 calorías al día y aumenta la tasa de glucemia en la sangre, lo que disminuye el hambre. Pero creo que no tengo que darte ninguna razón que no sepas para no fumarte ni un solo cigarrillo.

Cafeína. Pone en marcha tu ‘motor metabólico’ a la máxima velocidad durante unas tres horas después de consumirlo. Y tomar unos 16 gramos antes de entrenar puede aumentar hasta un 15% tu quema calórica. Pero cuidado: no deberías tomar más de una o dos tazas al día si no quieres estresarte, dejar de dormir y sobrecargas tus glándulas suprarrenales.

Proteínas. Utilizan entre un 20-30 por ciento de las calorías de la comida para ser digeridas, en comparación con el 5-15 por ciento que necesitan los hidratos. Por eso las dietas altas en proteínas son efectivas. Pero cuidado, si se mantienen durante mucho tiempo y además se abusa de las proteínas animales pueden ser muy perjudiciales para tu salud y tus riñones. Es muy importante que todas tus comidas contengan proteínas de calidad y le des prioridad al pescado y a las de origen vegetal (soja no transgénica, algas, legumbres, champiñones….).

Entrenamiento de fuerza. Sin duda, es lo más efectivo para convertir a tu metabolismo en un Ferrari quemacalorías debido a que el músculo es el tejido metabólicamente más activo. Por cada kilo de grasa que conviertas en músculo, quemarás casi 30 calorías adicionales más al día. Pero para conseguirlo tendrás que hacer regularmente un entreno de fuerza para aumentar la masa muscular y el metabolismo basal. Una forma fácil de conseguirlo es seguir las clases de Tono que puedes encontrar en Telegim.tv. Sólo necesitarás tu smartphone para entrenar en cualquier lugar y en cualquier momento.

Mejor postura = mejor rendimiento

Tener una buena postura no sólo es importante para evitar problemas de espalda o lesiones, también es un punto clave en tu rendimiento deportivo. De hecho, en el deporte de competición resulta fundamental. Pero aunque hagas deporte de forma amateur, mejorar tu postura también te supondrá un cambio increíble en el resultado de tus entrenamientos.

“Para realizar la mayoría de los movimientos los atletas tienen que cambiar de una posición a otra, a una velocidad variable y durante un tiempo determinado. Lo que les permite hacer esto es su postura, que puede ser estática pero es sobre todo dinámica”, explica el quiropráctico Joseba Agote. “Para moverse rápido o mantener esa posición durante un tiempo largo, la postura debe ser la correcta. Esto permitirá una eficacia de movimiento que mejora la economía”, añade.

Según Agote, “un movimiento eficiente y económico supone que el atleta se mueve más rápido y además puede conservar la energía para más adelante”. Y esto también lo necesitamos en nuestra vida diaria. Porque un movimiento ineficaz, implica moverse más para compensar esa mala postura, lo que supone más tiempo, más trabajo y menos energía.

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¿Pasas mucho tiempo sentado y crees que tus posturas no son buenas? ¿Conduces muchas horas? ¿Tu trabajo te obliga a estar mucho tiempo de pie o a adoptar malas posturas? Pues esto también te afectará cuando entrenes.

Qué es la buena postura

Como dice el Comité de la Postura de la Academia Americana de Cirugía Ortopédica, es “el estado de equilibrio muscular y esquelético que protege las estructuras de soporte del cuerpo de lesiones o deformidades progresivas, sin tener en cuenta la actividad en la que estas estructuras estén trabajando o descansando”. Lo más importante de esta definición, como subraya Agote, “es que supone que se tiene buena o mala postura mientras corremos, saltamos o descansamos en el sofá”. Es decir, no sólo cuando estamos de pie o parados.

¿Cómo afecta nuestra postura a nuestro rendimiento deportivo? Como dice Agote, “el cuerpo se tiene que ajustar a las demandas del entorno, corrigiendo constantemente su posición. Para empezar, el primer y más importante desafío es la gravedad. En el deporte además, están los oponentes, el equipamiento y los requerimientos técnicos”.

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Pasar muchas horas sentado produce debilidad en la musculatura extensora de la espalda. Estar muchas horas de pie no es mejor: cargar más peso en una pierna, adelantar la cabeza, hombros encorvados… Ambas situaciones debilitan la musculatura y hacen más difícil adoptar una buena postura aunque lo intentes.

¿Qué hacer? Para empezar, y como dice Agote, tener cuidado con los ejercicios y movimientos asimétricos, que desarrollan sólo un lado (por ejemplo el tenis). Para continuar, fortalecer los músculos del tronco, responsables de la postura y la respiración. “Solo así podremos después realizar nuestros entrenamientos sin lesiones y sin dolor”, dice.

Como profesora de yoga y método hipopresivo siempre insisto en la importancia de trabajar la postura y de adquirir inteligencia corporal, fundamental para saber cómo se mueve nuestro cuerpo y cómo estamos colocados en cada momento. Una forma fácil de conseguirlo puede ser hacer un par de sesiones semanales de yoga o pilates. Y ni siquiera hace falta que os apuntéis a centro, con Telegim.tv podéis practicar estas disciplinas cómodamente en casa y con muy poco coste. Algo importante si además disponéis de poco tiempo.

Atajos para ponerse en forma

Cuando no tenemos mucho tiempo para entrenar, hay que intentar buscar los entrenamientos, métodos y trucos para sacarle el máximo rendimiento al ejercicio. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a entrenar de forma inteligente, mejorando tu tono muscular y quemando más calorías en cada entreno aunque sea breve.

Empieza fuerte. Según un estudio del College of New Jersey, las personas que se esforzaron en la primera media hora de entrenamiento y aflojaron en la segunda media hora quemaron un 23 por ciento más de grasa. Eso sí, no te olvides de hacer un buen calentamiento antes.

Ponte música. A todos nos motiva más entrenar con música. Así que una buena idea puede ser prepararte una lista de reproducción con tus temas preferidos. Y, si es posible, que sean marchosos, ya que según Costa Karageroghis, autor del libro “Inside Sport Psychology” y que durante 20 años ha estudiado el impacto de la música en el ejercicio, para subir la intensidad del ejercicio tienes que escuchar temas con tempo de 125 a 140 beats por minuto y con letras marchosas.

Más carga en el entrenamiento. Si tienes poco tiempo y quieres mejorar el tono de zonas del cuerpo como el trasero, tienes que retar a tu musculatura, bien utilizando más peso o bien añadiendo a los ejercicios típicos de glúteos bandas elásticas o pesas.

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Póntelo fácil. Sé realista: ¿no te da tiempo a ir al gym y no consigues hacer ejercicio por tu cuenta? Apúntate a un gym online como Telegim.tv. Podrás entrenar cómodamente en casa y en cualquier momento, podrás elegir entre una gran variedad de clases y te sentirás “arropado” por instructores expertos.

Varía tu entrenamiento. Si siempre haces lo mismo, verás pocos cambios en tu cuerpo y en tu forma física. Intenta hacer entrenamientos diferentes, que le supongan a tu cuerpo una adaptación, o bien intentan introducir cambios en tu entreno habitual (por ejemplo subir cuestas o hacer sprints si corres).

Trabaja con desequilibrio. Hacer tus ejercicios de siempre en superficies inestables tipo bosu hará que tu se impliquen muchas más fibras musculares y que trabaje más el core. Las posturas de equilibrio de yoga también son una buena opción.

Flexiones diferentes. Si quieres ver un cambio en tus brazos, prueba a hacer flexiones diferentes: de tríceps, de bíceps, con un pie encima del otro, con las manos juntas bajo el pecho, aguantando abajo…

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Cardio más intenso. Si siempre pedaleas o corres a un ritmo que puedes aguantar bien, conseguirás pocos cambios. De vez en cuando, ¡dale caña!: corre más, haz sprints, pedalea más rápido o alarga un poco el tiempo…

Inclina la cinta de correr. Esto te hará incrementar la dificultad, la intensidad del ejercicio y el consumo de calorías. También hará que trabajen más la mayoría de grupos musculares de las piernas.

No te olvides del entreno de fuerza. Si tu objetivo es quemar calorías, es imprescindible que añadas sesiones de fuerza a tu entrenamiento. Y si ya lo haces, prueba con una más o aumenta la intensidad.

Ejercicios inteligentes. Si quieres implicar más grupos musculares, reducir el tiempo de entreno, tonificar y quemar más, utiliza ejercicios como burpess, zancadas con curl de pesas, flexiones sobre un fitball, sentadillas con salto…

Running + yoga = el entrenamiento 10

Correr es un ejercicio estupendo pero no es suficiente si lo que quieres es trabajar todas las cualidades físicas. Para tener una musculatura equilibrada, evitar lesiones y correr mejor, lo ideal sería combinarlo con un entreno de fuerza, resistencia, estiramientos, trabajo postural, equilibrio y, si es posible, un poco de relajación. ¿Tendrías que pasarte la vida en el gimnasio para conseguirlo? No si practicas yoga. Y además, puedes hacer dónde y cuándo tú quieras gracias a gyms online como Telegim.tv, que te ofrece clases guiadas con un instructor.

Para los runners es especialmente importante trabajar todos los grupos musculares, no sólo para evitar desequilibrios sino para correr mejor y evitar lesiones. Tener fuerte el core, el tronco y los brazos es fundamental para correr con equilibrio y coordinación. Cualidades que puede proporcionarnos el yoga, además de mejorar nuestra técnica y aportarnos fuerza física y ¡mental!, indispensable en pruebas de resistencia como las medias maratones.

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El poder de la respiración

La respiración, el pilar del yoga, es también clave en el running. Los pranayamas o prácticas respiratorias crean un vínculo entre cuerpo y mente, oxigenan cada célula y nos ayuda a relajarnos y concentrarnos. Esta respiración consciente se convierte en algo muy poderoso que además se traducirá en una mejor capacidad respiratoria y control en tus entrenos y carreras.

Además de la respiración, para un corredor el yoga tiene muchos beneficios interesantes:

  • Masajea los pies. En cada paso al correr tu pie recibe el impacto de 2-4 veces el peso de tu cuerpo. El yoga se practica descalzo, estirando los pies, fortaleciéndolos y masajeándolos, lo que te evitará lesiones y te resultará muy placentero.
  • Tonifica los brazos. Corriendo fortaleces las piernas pero los brazos no reciben los mismos beneficios. Con la práctica del yoga tonificarás cada músculo del tren superior y conseguirás unos brazos tan fuertes y estilizados como tus piernas.
  • Estira los isquiotibiales. Practicando yoga conseguirás estirar a fondo estos músculos, unos de los más castigados por el running.
  • Previene dolores de espalda. El impacto continuado del running, sobre todo si no haces ningún otro ejercicio, puede causarte dolores y problemas de espalda, algo que solucionarás con el trabajo muscular, de flexibilidad y postural del yoga.

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  • Descarga las piernas. Las asanas invertidas son espectaculares para activar el flujo sanguíneo en tu cuerpo y tus piernas, tan sobrecargadas con el running.
  • Recuperarte y desconectar. Gracias a su ritmo suave y a las relajaciones y meditaciones, el yoga es perfecto para hacer recuperaciones activas, y para conseguir estar más relajado en tu día a día.
  • Efecto détox. El yoga es la disciplinas “antiaging” por excelencia gracias a su estimulación de los órganos internos, al constante bombeo del flujo sanguíneo y a su efecto détox gracias a posiciones como las torsiones.

Tengo entre mis alumnos de yoga a muchos corredores. Y no pueden estar más contentos con los resultados que han conseguido al combinar ambas disciplinas, así que, si eres runner, te animo a descalzarte y probarlo.