Locos por el ciclo indoor

Spinning, cycling, R.P.M., ciclo indoor…. Son algunos de los nombres con los que se conoce a esta actividad, algunos de marcas registradas o programas de fitness precoreografiados, como R.P.M. de Les Milles. Pero casi todos conocemos esta actividad como spinning o ciclo. Y, como siempre digo, es la única clase colectiva que ha conseguido enganchar al público masculino.

De hecho, es la clase número uno en los gimnasios de todo el mundo y la primera en la que había que apuntarse para poder entrar. ¿Cuál es el secreto de un éxito tan rotundo? Es tan fácil como subirse a una bici estática y pedalear -¡ni siquiera tienes que saber montar en bicicleta!-, se suda desde el minuto uno, quema muchas calorías, tonifica las piernas y haces un súper entreno de cardio de una forma divertida, guiado por un instructor y al ritmo de la música.

grupo

Vayas a la hora que vayas, las clases de spinning están siempre llenas y, en las “horas punta” del gym, como no te apuntes a la famosa lista, no entras… ¿Más razones para gustar tanto? La descarga de adrenalina, el ambiente que se crea en la sala -música, luces, efectos, pantallas…- y, sobre todo, la poca técnica que requiere: sólo hay que ajustar bien la bici, coger una buena postura y pedalear. Puedes adaptar la intensidad y no hay “riesgo” de hacer el ridículo intentando seguir una coreografía…

El éxito del ciclo indoor ha sido tal, que desde su aparición ha surgido variantes muy interesantes. Os las cuento:

Aquaspinning. Son ya muchos los clubes que cuentan con esta modalidad de ciclo indoor, posible gracias a unas bicis espaciales lastradas en la piscina. Incluso hay centros que cuentan con cabinas individuales con agua tratada con ozono para convertir el entreno casi en un tratamiento terapéutico. Lo interesante del aquaciclo es que el agua aumenta la intensidad del trabajo, lo que multiplica los beneficios (sobre todo la tonificación) y permite reducir el tiempo de las sesiones. Además, son perfectas para personas con sobrepeso o lesiones.

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Bike fusión. Se trata de sesiones de fitness que combinan entrenamiento con bicicleta y ejercicios funcionales con el objetivo de conseguir un entrenamiento más completo y aumentar la quema de calorías.

Spinyoga. Se trata de un programa de ejercicio que combina spinning y ciclo. En mi opinión, una gran fusión, ya que las posturas de yoga son perfectas para estirar bien y relajar el cuerpo y la mente después de un ejercicio tan intenso como el ciclo indoor.

Ciclo Virtual. Es otra “feliz” variante de esta actividad, que existe tanto en los clubes reales (sólo hay que seguir la clase mirando una pantalla) como en los virtuales, como Telegim.tv. Los pioneros en introducir este tipo de sesiones fueron los clubes low cost, pero ya existen en casi todos los centros porque permiten ampliar el horario de esta actividad sin necesidad de monitores extra. También puede practicarse spinning en súper bicis estáticas con pantalla individual, que no sólo te permiten escoger el programa que quieras (pérdida de peso, entrenamiento de cardio…) sino hasta tener tu propio avatar o competir con otros usuarios. Y, como os decía, también puedes practicar ciclo indoor en tu propia casa, una opción mucho más motivante y efectiva que pedalear en la clásica bici estática. Y también más agradable si, como a mí, os agobian un poco las de ciclo y el sudor ajeno…

¿Sois fans del ciclo indoor?

Funciones específicas de un pulsómetro para tu entrenamiento diario

La tecnología ha llegado con fuerza y se ha establecido en todas las facetas de nuestra vida, incluido por supuesto el deporte. Cada vez es más común ver personas entrenando con pulsómetros. Y el motivo de ello es que son muy útiles.

Si asistes normalmente a clases de Indoor Walking sobre la elíptica, si tu afición es el Ciclo Indoor en bicicleta estática o si practicas cualquier otra actividad física de manera regular, la tecnología de los relojes deportivos con pulsómetro puede ayudarte en una serie de tareas de gran interés para tu salud y la evolución de tu condición física. Veamos cuáles son las funciones más útiles de un pulsómetro en el entrenamiento diario.

Medición de la Frecuencia Cardíaca

La principal función de un pulsómetro es la medición de las pulsaciones del corazón de manera instantánea. De hecho, pulsómetro significa «medidor de pulsaciones». Si recuerdas hace unos años, la única forma de medir las pulsaciones era parar el entrenamiento y contar las pulsaciones poniendo la mano a la altura del corazón o en el cuello. Esos tiempos ya quedaron atrás. Los pulsómetros actuales son capaces de medir en cada sesión de entrenamiento:

  • Frecuencia cardíaca instantánea
  • Frecuencia cardíaca media
  • Frecuencia cardíaca máxima

Esto te permite saber cómo estás trabajando en cada momento del entrenamiento y ver los resultados finales para poder extraer conclusiones. Si te fijas en las gráficas de las clases Ciclo Indoor puedes ver que están determinadas por porcentajes de frecuencia cardíaca. Seguir las clases con un pulsómetro es mucho más fácil porque te da la información instantánea.

pulsometro

Zonas de entrenamiento

Con los datos que puedes introducir en el pulsómetro sobre tu condición física, edad y peso, el reloj conoce tu perfil y en función de eso y tus expectativas en los entrenamientos puedes fijarte zonas de intensidad. Las zonas de intensidad de entrenamiento se pueden definir en base a dos datos:

  1. Frecuencia cardíaca
  2. Velocidad

Para el entrenamiento en gimnasio nos interesará la primera. Al definir tu zona de entrenamiento, el pulsómetro te permitirá saber en todo momento si estás trabajando con la intensidad adecuada. Los pulsómetros o sportwatches tienen la opción de avisarte con una alarma en el caso de que te salgas de la zona de entrenamiento. Por ejemplo, si estás entrenando con una frecuencia cardíaca superior a la zona de entrenamiento que has definido, el pulsómetro emitirá una señal de alarma, bien sea acústica o vibratoria, para que seas consciente de ello y reduzcas intensidad. De esta manera, tú defines tus entrenamientos en base a tus objetivos y el pulsómetro te ayuda alcanzarlos.

Contador de calorías consumidas

Una de las funciones más atractivas en las máquinas de fitness actuales es la medición de las calorías consumidas. Esto es algo que a todos nos gusta saber porque nos da una clave de la intensidad a la que hemos entrenado. También nos permite comprender de manera aplicada los beneficios que tiene cada entrenamiento en nuestro organismo… y en nuestro peso. Mientras que en las máquinas, por lo general, miden las calorías consumidas en función de la intensidad de entrenamiento y las pulsaciones, el pulsómetro añade además factores referentes a tu condición física, edad y peso, de manera que el cómputo de calorías que realiza es más preciso.

corredor

Almacenamiento de datos

Si entrenas sin pulsómetro, cada sesión es como empezar de cero. Los únicos datos de los que partes son la percepción de tu cuerpo y aquello que puedas recordar de sesiones anteriores. En cambio si entrenas con pulsómetro puedes acumular todos los datos de cada uno de tus entrenamientos y revisarlos a lo largo del tiempo. La información sobre tiempo de la sesión, pausas, frecuencia cardíaca, velocidad, número de sesiones, etc. queda guardada en tu reloj y te permitirá analizar tus progresos en el tiempo. De esta manera evitas empezar cada sesión de entrenamiento como una hoja en blanco, sino que partes de un historial deportivo al que referirte. Esta es, además, la mejor forma de mejorar tu condición física y perseguir tus objetivos. Ser consciente de tu evolución y ver lo que te falta para alcanzar tu meta te hará mantenerte firme cada día.

Conexión al smartphone

Puesto que la capacidad de almacenaje de un reloj deportivo no es infinita puedes descargar los datos en tu smartphone. Además podrás compartir estos datos por internet a través de las redes sociales. Compartir tus sesiones de entrenamiento con amigos y poder estudiar el rendimiento de otros deportistas es posiblemente el mayor potenciador de motivación que ofrecen los pulsómetros. De repente, entrenar y salir a correr han dejado de ser actividades individuales y se han convertido en experiencias compartidas a nivel global. Desde tu teléfono móvil puedes comparar tus entrenamientos con otros deportistas y ver la evolución de ambos. Nunca fue más fácil mantener la motivación a tope.

Conclusión

Como puedes ver, el pulsómetro se han convertido en la actualidad en una de las herramientas que más ayuda al deportista profesional y amateur a conseguir sus objetivos. Ahora es posible hacer un seguimiento riguroso y objetivo de cada una de tus sesiones de entrenamiento y ver tus progresos a lo largo del tiempo. Es importante no obsesionarse con los datos, porque lo importante es disfrutar entrenando, pero realmente el pulsómetro puede ser de gran ayuda para conseguir tus metas.

FuenteComprarPulsómetros.com

En forma a los 40

Reconozco que de jovencita me asustaban los cuarenta. Me imaginaba muuuuy mayor. Y ni se me pasaba por la cabeza la idea de estar entrenando en un gimnasio a esa edad (tal vez porque mis padres son de una generación que ha hecho muy poco ejercicio) y mucho menos ¡ser profesora de yoga! Tengo 43 y me siento tan en forma como a los 33. Y tampoco me siento mayor…

Por eso quiero dedicar el post de hoy a todas las personas de 40 años que entrenan pero, sobre todo, a las que NO HACEN EJERCICIO o muy ocasionalmente. Porque, como veréis a continuación, nunca es tarde para recuperar la forma física y hasta el tipo.

Existen estudios que demuestran que personas que empezaron a hacer actividad física intensa después de los 40 obtuvieron beneficios similares a aquellos que comenzaron a hacerlo antes de los 30, y por supuesto, a obtener ventajas desde el punto de vista de la salud.

Hacer ejercicio con asiduidad pasados los 40 no sólo nos asegura fuerza, agilidad, coordinación o flexibilidad, también nos aleja de los problemas articulares y de las típicas enfermedades que van llegando con la edad: cardiopatías, diabetes, obesidad…

mancuernas

Pero no sólo es importante hacer ejercicio: más que nunca, a esta edad resulta obligatorio entrenar la fuerza para desarrollar y preservar la masa muscular, un “seguro de vida” para nuestros huesos, para mantener un aspecto joven, una buena postura y para evitar ganar peso. Para las mujeres el entreno de fuerza es crucial a partir de esta edad, cuando nos vamos acercando a la menopausia, que lleva asociados muchos problemas de sobrepeso y fragilidad ósea.

¿Has llegado a los 40 o más sin apenas hacer ejercicio? Los estudios demuestran que entre los 40 y los 60 años se pierde hasta el 20% de la masa muscular, así que ¡ponte manos a la obra ya! Por salud, por estética y por tu vejez.

¿Qué hacer? Lo ideal es combinar ejercicio aeróbico y de fuerza. Y puedes escoger cualquier actividad o deporte, incluso de alta intensidad, sólo tienes que adaptarlo a tu nivel de condición física. Si te apuntas a un gimnasio, ponte siempre en manos de los técnicos deportivos para que te asesoren. Si haces ejercicio en casa con un gym virtual como Telegum.tv, escoge las sesiones de dificultad baja hasta que vayas cogiendo forma.

¿Te va el extrem fitness?

Raro es ya el club deportivo que no tenga una zona de entrenamiento funcional con TRX, cajas, sacos, cuerdas, kettlebells (pesas rusas) y hasta neumáticos y cadenas. ¿Ejercicio o castigo? A juzgar por la cantidad de gente que se está enganchando al fitness extremo, yo diría que gusta más de lo que hace sufrir. ¿Por qué? Primero por la increíble forma física (la mejora es constante) y el cuerpo que se consigue, segundo porque aunque parezca de locos, arrastrar un neumático (a veces con tu entrenador personal encima) o escalar un muro te hace conectar con tu lado más animal y te hace sentir fuerte y poderoso. Y tercero, porque superar los retos que te plantea este tipo de ejercicio supone un “subidón” de autoestima y energía impresionantes.

Además, son entrenamientos que suelen hacerse en grupo, como el cross training, lo que también aporta sensación de pertenencia a un grupo y genera compañerismo, solidaridad y empatía. Y todos ellos tienen varias cosas en común: son funcionales, es decir, utilizan ejercicios globales para desarrollar todas nuestras cualidades físicas; pretenden rescatarnos de las garras del sedentarismo y ayudarnos a recuperar nuestras cualidades físicas innatas; y además, se basan en el esfuerzo como clave para superarnos y mejorar.

pulgar

El origen de este tipo de entrenamiento extremo está en Estados Unidos, con los campos de entrenamiento militar, o Reino Unido, con carreras como las Mud Day, en las que hay que atravesar charcos con barro, escalar, saltar y hasta superar obstáculos con fuego. Pero no hace falta sufrir tanto para disfrutar de los beneficios de este tipo de entrenamiento, que siempre te reta para superar tus límites físicos y mentales. Hoy voy a hablaros de un montón de opciones para probarlo sin morir en el intento.

Crossfit. Importado de USA y abanderado por Reebok en España, es el entrenamiento funcional más practicado. Las tablas de ejercicio se llaman WOD y pueden durar de 5 a 30 intensos minutos. Remos, pesas, cuerdas, neumáticos… se puede emplear cualquier cosa y hasta un garaje sirve para montar un box o espacio de Crossfit!

MovNat. Se basa en el redescubrimiento de las capacidades naturales del movimiento humano: levantar piedras, gatear, caminar sobre troncos, saltar entre árboles… Lo mejor es que el entrenamiento se realiza en la naturaleza, ideal para quienes están hartos de la ciudad. Aunque es exigente, existen niveles de intensidad aptos para todo el mundo.

chicas carrera

The Grid. En esta cuadrícula de 2×2 dibujada en el suelo se realizan cuatro entrenos diferentes (fuerza, coordinación, cardio y pérdida de peso) durante 30 minutos y con un entrenador. Cada programa trabaja por patrones fundamentales de movimiento y no por músculos aislados.

Queenax. Se trata de una “jaula” de entrenamiento funcional en la que se puede utilizar todo, suelo, techo y paredes, además de emplear bandas elásticas, balones medicinales, fitballs… También se puede realizar entrenamiento en suspensión con trapecios de neopreno.

Boot Camp. Como os contaba al principio, es uno de los métodos pioneros en el entrenamiento funcional y extremo, y se inspira en los campos de entrenamiento militar de USA. Los boot camps se hacen en entornos naturales al grito de “señor, sí señor” o en gimnasios a las órdenes de un instructor.

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HIIT en casa. Otra estrella de los entrenamientos intensos (High Interval Training), combina ejercicios de alta intensidad con períodos de descanso. Muy efectico para conseguir resultado en un tiempo récord, activar el metabolismo y quemar calorías.

Tabata. Es el entrenamiento interválico de alta intensidad más corto: ¡4 minutos! Se trata de 8 series de 20 segundos en los que tendrás que hacer todas las repeticiones que puedas de un ejercicio, descansando sólo 10 segundos. Intenso, mega exprés y quemagrasas. Pero sólo apto para quienes están en forma y controlan la técnica.

Carreras de obstáculos. Judgement Day, Mud Day, Titan Race y hasta Bestial Race… son carreras de obstáculos en las que tendrás que arrastrarte por el barro, escalar muros, saltar, nadar, correr, disfrutar y sufrir a partes iguales.

Spartan Race. Extendida por todo el mundo y también abanderada por Reebok, es una versión más asequible de las anteriores. De 5 km (Sprint), 13 km (Super), y 20 km (Beast), cada una está llena de lodo, agua y obstáculos. Para prepararte puedes apuntarte a los entrenamientos libres que se organizan.