Funciones específicas de un pulsómetro para tu entrenamiento diario

La tecnología ha llegado con fuerza y se ha establecido en todas las facetas de nuestra vida, incluido por supuesto el deporte. Cada vez es más común ver personas entrenando con pulsómetros. Y el motivo de ello es que son muy útiles.

Si asistes normalmente a clases de Indoor Walking sobre la elíptica, si tu afición es el Ciclo Indoor en bicicleta estática o si practicas cualquier otra actividad física de manera regular, la tecnología de los relojes deportivos con pulsómetro puede ayudarte en una serie de tareas de gran interés para tu salud y la evolución de tu condición física. Veamos cuáles son las funciones más útiles de un pulsómetro en el entrenamiento diario.

Medición de la Frecuencia Cardíaca

La principal función de un pulsómetro es la medición de las pulsaciones del corazón de manera instantánea. De hecho, pulsómetro significa “medidor de pulsaciones”. Si recuerdas hace unos años, la única forma de medir las pulsaciones era parar el entrenamiento y contar las pulsaciones poniendo la mano a la altura del corazón o en el cuello. Esos tiempos ya quedaron atrás. Los pulsómetros actuales son capaces de medir en cada sesión de entrenamiento:

  • Frecuencia cardíaca instantánea
  • Frecuencia cardíaca media
  • Frecuencia cardíaca máxima

Esto te permite saber cómo estás trabajando en cada momento del entrenamiento y ver los resultados finales para poder extraer conclusiones. Si te fijas en las gráficas de las clases Ciclo Indoor puedes ver que están determinadas por porcentajes de frecuencia cardíaca. Seguir las clases con un pulsómetro es mucho más fácil porque te da la información instantánea.

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Zonas de entrenamiento

Con los datos que puedes introducir en el pulsómetro sobre tu condición física, edad y peso, el reloj conoce tu perfil y en función de eso y tus expectativas en los entrenamientos puedes fijarte zonas de intensidad. Las zonas de intensidad de entrenamiento se pueden definir en base a dos datos:

  1. Frecuencia cardíaca
  2. Velocidad

Para el entrenamiento en gimnasio nos interesará la primera. Al definir tu zona de entrenamiento, el pulsómetro te permitirá saber en todo momento si estás trabajando con la intensidad adecuada. Los pulsómetros o sportwatches tienen la opción de avisarte con una alarma en el caso de que te salgas de la zona de entrenamiento. Por ejemplo, si estás entrenando con una frecuencia cardíaca superior a la zona de entrenamiento que has definido, el pulsómetro emitirá una señal de alarma, bien sea acústica o vibratoria, para que seas consciente de ello y reduzcas intensidad. De esta manera, tú defines tus entrenamientos en base a tus objetivos y el pulsómetro te ayuda alcanzarlos.

Contador de calorías consumidas

Una de las funciones más atractivas en las máquinas de fitness actuales es la medición de las calorías consumidas. Esto es algo que a todos nos gusta saber porque nos da una clave de la intensidad a la que hemos entrenado. También nos permite comprender de manera aplicada los beneficios que tiene cada entrenamiento en nuestro organismo… y en nuestro peso. Mientras que en las máquinas, por lo general, miden las calorías consumidas en función de la intensidad de entrenamiento y las pulsaciones, el pulsómetro añade además factores referentes a tu condición física, edad y peso, de manera que el cómputo de calorías que realiza es más preciso.

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Almacenamiento de datos

Si entrenas sin pulsómetro, cada sesión es como empezar de cero. Los únicos datos de los que partes son la percepción de tu cuerpo y aquello que puedas recordar de sesiones anteriores. En cambio si entrenas con pulsómetro puedes acumular todos los datos de cada uno de tus entrenamientos y revisarlos a lo largo del tiempo. La información sobre tiempo de la sesión, pausas, frecuencia cardíaca, velocidad, número de sesiones, etc. queda guardada en tu reloj y te permitirá analizar tus progresos en el tiempo. De esta manera evitas empezar cada sesión de entrenamiento como una hoja en blanco, sino que partes de un historial deportivo al que referirte. Esta es, además, la mejor forma de mejorar tu condición física y perseguir tus objetivos. Ser consciente de tu evolución y ver lo que te falta para alcanzar tu meta te hará mantenerte firme cada día.

Conexión al smartphone

Puesto que la capacidad de almacenaje de un reloj deportivo no es infinita puedes descargar los datos en tu smartphone. Además podrás compartir estos datos por internet a través de las redes sociales. Compartir tus sesiones de entrenamiento con amigos y poder estudiar el rendimiento de otros deportistas es posiblemente el mayor potenciador de motivación que ofrecen los pulsómetros. De repente, entrenar y salir a correr han dejado de ser actividades individuales y se han convertido en experiencias compartidas a nivel global. Desde tu teléfono móvil puedes comparar tus entrenamientos con otros deportistas y ver la evolución de ambos. Nunca fue más fácil mantener la motivación a tope.

Conclusión

Como puedes ver, el pulsómetro se han convertido en la actualidad en una de las herramientas que más ayuda al deportista profesional y amateur a conseguir sus objetivos. Ahora es posible hacer un seguimiento riguroso y objetivo de cada una de tus sesiones de entrenamiento y ver tus progresos a lo largo del tiempo. Es importante no obsesionarse con los datos, porque lo importante es disfrutar entrenando, pero realmente el pulsómetro puede ser de gran ayuda para conseguir tus metas.

FuenteComprarPulsómetros.com

¿Motivación extra en tu entrenamiento?

Entrenar sin tener pleno control sobre nuestro rendimiento nos puede llevar a no esforzarnos todo lo que podríamos, o a veces pasarnos de un límite recomendable. Esto puede pasar si no disponemos de un pulsómetro que nos indique nuestras pulsaciones por minuto o una pantalla donde visualizar el nimvel de resistencia de nuestra bicicleta, por ejemplo.

Es bueno saber cuál es nuestra frecuencia cardíaca para controlar que el esfuerzo que estamos haciendo es el correcto. En ocasiones, nos indican que en un ejercicio debemos llegar al 65% o en otro al 80%, y si no sabemos nuestra frecuencia cardíaca ni tenemos ningún indicador de pulsaciones,  no sabemos si nos estamos pasando o no llegamos.

Para ello es básico calcular nuestra frecuencia cardíaca:  sólo tienes que multiplicar tu edad por 0,7 y restar el resultado a 208. Por ejemplo, una mujer de 34 años, tiene una FRmax de 184,4 pulsaciones por minuto (208 – (34 x 0,7) ) Con la fórmula antigua la FRmax era algo superior con 192 pulsaciones por minuto (226-34).

Una vez sabemos cuál es nuestra frecuencia cardíaca, necesitaremos un pulsómetro para saber si estamos trabajando la intensidad adecuada en cada momento.

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Otro elemento que nos puede ayudar en nuestro entrenamiento si trabajamos con máquinas de cardio, como una bicicleta de spinning o una elíptica, es una consola que nos indique las RPM, tiempo transcurrido, calorías gastadas, nivel de resistencia de la máquina… algunas bicicletas ya la llevan incorporada, pero para las que no tienen es posible adquirirla a parte y puede este sencillo elemento nos ayude a motivarnos mucho más y a realizar un ejercicio mucho más adecuado.

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Con estos pequeños elementos podemos hacer que nuestra rutina en el gimnasio de un salto cualitativo y ponerse en forma cueste menos esfuerzo.

 

Gemma / TelegimTV

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