El boom del entrenamiento en suspensión

Aunque no tenga muy claro lo que es, ¿quién no ha oído hablar de TRX? Entre las tendencias de fitness que han pegado más fuerte en los últimos años está el entrenamiento en suspensión. Y aunque todo el mundo lo conoce por TRX, ésta es sólo una de las marcas, aunque la más conocida, del material -un arnés con cintas y agarres- que se utilizan para realizar este súper entreno.

Y digo súper entreno muy a propósito, porque realmente es un método con el que puedes conseguir todos tus objetivos: aumentar la fuerza y la resistencia, definir el cuerpo, mejorar la flexibilidad y la capacidad cardiorrespiratoria… Con el peso de tu propio cuerpo y la resistencia del TRX podrás hacer todo tipo de ejercicios de fuerza -para lo que más se emplea- pero también cardio. Y lo mejor, puedes instalarlo en tu propia casa (puedes comprarte un kit de entreno en suspensión desde unos 50 €).

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Con el entrenamiento en suspensión puedes hacer cualquier ejercicio tradicional de forma totalmente diferente, utilizando tu peso corporal y la fuerza de la gravedad. ¿Cómo son posibles tantos beneficios? Porque se trata de un entrenamiento funcional que trabaja múltiples músculos al mismo tiempo, lo que aumenta la FC, la quema de grasas, el equilibrio, la fuerza y la tonificación muscular de una forma increíble.

Y, para que tengas aún más razones para probarlo, te aseguro que conseguirás los abdominales de tus sueños, ya que todos los ejercicios implican al core, es decir, a la faja abdominal. Pero también conseguirás definir, endurecer o aumentar cualquier músculo de tu cuerpo.

Como os decía, aunque es el más conocido, TRX es sólo uno de los muchos sistemas y marcas de entrenamiento en suspensión. Adidas 36Zero Trainer, Reebok Toning, Body Sculpture Total Body… son otras de las opciones que encontrarás en gimnasios o que puedes comprar para colocar en casa.

Raro es el gym que no cuenta con una zona de entrenamiento en suspensión y, como os contaba en otro post, también existen disciplinas fusión, como Yoga TRX o Pilates TRX, ¡incluso con calor! El entreno en suspensión suele hacerse con entrenadores personales y de forma individual o en grupos reducidos, y existen también clases al ritmo de la música.

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Pero si queréis instalar uno de estos kits para entrenar en casa, mi recomendación es que toméis algunas clases con un experto para aprender las pautas de utilización y seguridad, además de la correcta técnica de ejecución para no llevaros un susto y no lesionaros.

Después de una sesión de entreno con TRX es especialmente importante estirar bien, ya que se realiza un trabajo muscular muy potente, que incluso puede llegar a convertirse en “fitness extremo” en algunos tipos de sesiones con practicantes avanzados. Si vais a entrenar en casa, puede seros muy útil seguir después una clase de estiramientos guiada, como las que imparten los expertos de Telegim.tv.

Cosas que deberías saber sobre la alimentación en una rutina diaria de entrenamiento ( Proteínas )

Cuando nos iniciamos en una rutina diaria de entrenamiento para ponernos en forma es de vital importancia que no descuidemos la alimentación.

Muchas personas tienen la creencia que si van al gimnasio a realizar largas sesiones de pesas, clases dirigidas, correr,…. podrán comer ilimitadamente todo lo que deseen y acabaran consiguiendo el cuerpo deseado. Si es cierto que a mayor desgaste, mayor aporte calórico diario necesitamos, pero si no cuidamos la alimentación, difícilmente alcanzaremos nuestros objetivos.

Los abdominales por ejemplo es el gran deseado, todo el mundo sueña con tener su abdomen fino, plano, duro y bien marcado… pero lamentablemente siento deciros que por muchos abdominales que realicéis, horas de cardio desgastantes,… si no seleccionáis minuciosamente los alimentos que vais a consumir, ( a qué hora y en cantidad ), será muy difícil conseguir ese vientre plano, liso y marcado que queréis.

Para conseguir nuestros objetivos de mejora muscular, uno de los principales nutrientes que no debemos descuidar son “ Las proteínas “.

Muchos alimentos que consumimos de manera cotidiana ya contienen altas cantidades de proteínas pero si queremos también podemos añadir algún suplemento de proteína en momentos estratégicos del día.

Las proteínas son de diferente origen, pero todas tienen una misión común, que es la de crear nuevos tejidos y mantener los ya existentes en perfectas condiciones. Las comidas más importantes del día suelen ser los momentos en los que damos a nuestro organismo las mayores cantidades de proteínas que obtenemos a lo largo del día. A pesar de ello podemos mejorar su ingesta.

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Momentos clave para ingerirla:

Después del entrenamiento diario: es el mejor momento ya que hemos provocado una serie de lesiones musculares que necesitan de su reparación para poder crecer, por ello después del entrenamiento podemos incluir una dosis de proteína. Bien sea en forma de batido, frutos secos, yogur, pechuga de pavo, queso,… cualquier versión es aceptado dentro de tus necesidades.

Por la mañana: por la mañana el cuerpo tras el reposo nocturno necesita todo tipo de nutrientes comunes que podemos tomar, pero las proteínas es conveniente unirlas a un carbohidrato para obtener energía rápida y así aguantar perfectamente la rutina diaria. Además los músculos también necesitan de glucosa para funcionar correctamente.

Por la noche es mucho mejor consumir solamente alimentos ricos en proteínas, dejando de lado la mezcla con hidratos de carbono, ya que el organismo funciona mucho más lento que por la mañana, y es incapaz de quemar las calorías que nos aportan los hidratos. Esto hace que se acaben acumulando en forma de grasa. Por ello la noche será un buen momento para ingerir alimentos ricos en proteínas y bajos en grasa.

Por la noche se liberan las hormonas del crecimiento mientras estamos durmiendo. Si cuando esto sucede el organismo tiene los nutrientes necesarios, ese crecimiento que andamos buscando se verá hecho realidad, consiguiendo unos músculos más fuertes y desarrollados.

(*) Artículo redactado por “ Rivera Farmacia “ ( Donde podréis encontrar suplementos alimenticios, aconsejaros sobre nutrición, …. ).

SOS suelo pélvico

Es una de las partes del cuerpo más sensibles de la mujer y que más sufre a lo largo de su vida por los embarazos, los partos y la edad. Pero el estreñimiento, la tos, los esfuerzos, los hábitos posturales incorrectos y el ejercicio con impacto, también pueden dañar tu musculatura íntima y producirte desde incontinencia a prolapsos y problemas sexuales.

El problema es que la mayoría de nosotras no le hemos prestado la suficiente atención a esta parte de nuestra anatomía, unas veces por desconocimiento y otras por pura vergüenza. Incluso nuestras pobres madres y abuelas consideraban normal eso de que se les escapar el pis después de haber sido madres.

Precisamente la incontinencia es la patología que más nos afecta a todas, de hecho, según las cifras, 7 de cada 10 mujeres de entre 18 y 70 años sufre incontinencia urinaria de esfuerzo. Un problema que no debemos aceptar ni ocultar, ya que, actualmente sí hay soluciones.

Pero antes de adentrarnos en materia. ¿Qué es exactamente el suelo pélvico? Se trata de una especie de hamaca o cama elástica formada por músculos y tejido conjuntivo -sobre todo colágeno-, que sostiene las vísceras del cuerpo, amortigua los esfuerzos, permite hacer pis, nos ayuda en el parto y facilita las relaciones sexuales. Pero si esta musculatura pierde tono, llegan los problemas.

 

Las causas

Como os decía antes, los embarazos (por el peso extra sobre al pubis y la anulación de la faja abdominal), el postparto, el estreñimiento, la herencia genética, la menopausia, los deportes de impacto (como saltar o correr…), la tos crónica, los sobreesfuerzos, una cirugía abdominal o perineal son las principales causas del deterioro del suelo pélvico. Y existen otras causas de deterioro, como llevar fajas reductoras, tan de moda ahora, ya que pueden hacer que los abdominales se vuelven incompetentes y el suelo pélvico tenga que trabajar por ellos.

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Y la principal patología del suelo pélvico es la incontinencia. Existe la incontinencia de esfuerzo (pérdida involuntaria de orina por un esfuerzo, como ejercicio, tos, risa…), la de urgencia (pérdida asociada a un fuerte deseo miccional, sobre todo en gente mayor) y la mixta (combina ambas).

Pero desgraciadamente el suelo pélvico también puede sufrir otras patologías mucho más graves y desagradables, como la incontinencia anal por hipotonía, incontinencia de gases, prolapsos (cuando se desprenden vejiga, recto, útero o uretra) o disfunciones sexuales.

Si crees que tienes alguno de estos problemas (con que se te escapen unas gotas ya hablamos de incontinencia…), sigue leyendo, te cuento las soluciones.

 

Huye de la hiperpresión

Cada vez oirás más hablar de este concepto, sobre todo por el boom que ha experimentado el Método Hipopresivo, creado por Marcel Caufriez para la recuperación post parto. Este método evita precisamente el aumento de la hiperpresión en las cavidades torácica y abdominal provocada por el embarazo, los esfuerzos, la tos o los abdominales tradicionales. El exceso de hiperpresión daña la faja abdominal y la distiende, convirtiéndola en incompetente y haciendo que el “pobre” suelo pélvico tenga que trabajar por dos al no cumplir su función de sostén.

Y es que la musculatura abdominal es clave en el estado de salud de tu suelo pélvico, ya que ambos se reparten la función de sostén de los órganos internos. Tu faja abdominal (o core) es como un bañador que puede “darse de sí” con todos los factores de los que hemos hablado, haciendo que el suelo pélvico tenga que asumir sus funciones.

Pero el medio mantener en forma tu core, sobre todo si acabas de ser mamá o tienes incontinencia no son precisamente los ejercicios abdominales tradicionales (de hecho, están contraindicados en estos casos). Lo mejor es trabajarlo con métodos como el hipopresivo, pilates, reeducación postural e incluso acudir a un fisioterapeuta experto en suelo pélvico que pueda trabajar con nosotras de forma personalizada.

 

Cuidado con el running

Está más de moda que nunca y es un ejercicio fantástico para las mujeres, ya que nos da la libertad de hacerlo dónde y cuando queramos. Pero cuidado, el impacto de la carrera puede dañar el periné. Cualquier corredora, sobre todo si notas algún problema, debería hacerse una valoración del suelo pélvico con un experto. En el caso de estar embarazada, aunque seas corredora habitual, no te lo recomiendo. Y tras el parto, lo mejor es esperar al menos 9 meses o 1 año para volver a practicarlo.

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Pero cualquier deporte con impacto también puede fastidiarnos el suelo pélvico, por lo que es recomendable incluir en tu entrenamiento algún método como los que te he comentado anteriormente (también Pilates + Expansión o Reeducación Postural hipopresiva). En casa, puedes hacer los ejercicios de kegel o utilizar unas bolas chinas (como las que venden en farmacias o las de la marca erótica Lelo, muy fiables).

Si tu problema es la incontinencia, ahora también cuentas con un láser especial que irradia calor en la mucosa para mejorar la formación de colágeno y aumentar el tono. Pero lo ideal es combinar varias soluciones, ya que si te sometes a una intervención láser pero no corriges una postura que hace que tus abdominales sean incompetentes, el problema volverá a aparecer.

Con todo lo que os he contado, espero que le prestéis más atención a todos esos músculos que están por debajo de la cintura. ¡Nos jugamos mucho!

Riesgos evitables del ejercicio físico

Exceptuando las lagartijas con su metabolismo inflexible,  el resto de los seres vivientes se beneficia con la realización de ejercicios físicos moderados. En especial los humanos,  ya que nuestra civilización ha devenido sedentaria. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2009 un 60% de la población mundial no se ejercitaba lo suficiente.

Sin embargo, hay determinados ejercicios y disciplinas, así como maneras de realizarlas que pueden resultar dañinas, originando desde problemas articulares hasta infartos y fallos renales en casos extremos de CrossFit. Haciendo deporte regularmente quedarían eliminados dichos peligros. Pero veamos los riesgos evitables de algunos ejercicios físicos bien conocidos.

Cuclillas.

Bien efectuadas resultan excelentes, pero mal hechas recargan las articulaciones de las rodillas y pueden dañar la espalda baja.  La posición de inicio es con los pies separados más allá de las caderas y los tobillos ligeramente abiertos.  El abdomen contraído, el pecho erguido y los hombros algo retirados. El descenso será lento y empujando el trasero levemente atrás.

Abdominales.

Todos los hemos hecho mal alguna vez. Por ejemplo, colocar las manos entrecruzadas alrededor de la nuca para tirar adelante pone en riesgo las vértebras cervicales. Levantar las piernas tampoco es lo óptimo. La mejor forma de hacerlos es colocar los brazos sobre la alfombrilla y alzar los hombros y la cabeza en busca de las rodillas arqueadas para luego regresar a la posición inicial.

Dominadas en barra fija.

La vieja escuela  recomendaba que la barra quedara detrás de la cabeza al ascender, lo cual es peligroso para las articulaciones de los hombros. Realiza la tracción por delante del torso, sube lentamente hasta el nivel del  pecho y termina extendiendo los brazos completamente antes de reiniciar la remontada.

Yoga.

Hace un par de años el New York Times publicó un artículo en el que hacía énfasis en los  peligros del yoga. No es raro que algunos entrenadores novatos o improvisados  se  excedan con individuos poco entrenados, provocándole lesiones. Sin embargo, se sabe que los practicantes de Yoga padecen menos dolencias asociadas al ejercicio físico, sin contar otros efectos favorables como el fortalecimiento óseo o el alivio del asma.  Acá la solución, extensible al resto de las especialidades, consiste en contar con un buen entrenador ( virtual o presencial ) con el cual quedarán superados los riesgos evitables del ejercicio físico. ( Pulse aquí para ver algunas de nuestras video clases de Yoga )