Entrena para los deportes de invierno

Estamos ya en plena temporada de esquí y, si os gusta tanto como a mí, estaréis deseando hacer una escapadita para poder disfrutar de la nieve. Pero antes de lanzaros pendiente abajo, respondedme a una pregunta: ¿estáis en forma, os habéis preparado para hacer esquí o snow? Porque si no queréis acabar molidos de agujetas, con los cuádriceps ardiendo y pasando más tiempo en la cafetería que en las pistas, vuestro entrenamiento ahora tiene que estar orientado hacia estos deportes. Y no sólo para disfrutarlos más sino para no lesionaros, no os olvidéis de que la mala forma física en las pistas es uno de los principales motivos de caídas y accidentes.

skis

También debéis tener en cuenta la modalidad deportiva que vais a practicar, para ajustar y enfocar el entrenamiento. Estas son las cualidades que debéis trabajar y la forma de conseguirlo:

Resistencia cardiovascular. De repente pasáis de vuestro entrenamiento o sesión de gym de una horita de duración, a estar todo el día en las pistas, por lo que es muy importante mejorar la resistencia cardiovascular. El running, la bicicleta o las sesiones de ciclo indoor (que incluso podéis hacer en casa gracias a Telegim.tv) pueden ser buenas opciones. En muchos gimnasios también hay máquinas específicas como Wave y Crossover, que imitan algunos de los movimientos que se producen en el esquí.

Entrenamiento de resistencia. Para mejorarla podéis optar por el entrenamiento continuo a diferentes intensidades submáximas o el entrenamiento discontinuo de alta intensidad, como HIIT. Pero este último no os lo recomiendo a no ser que tengáis experiencia entrenando o lo hagáis con la supervisión de un experto.

Mejora de la fuerza. Tiene mucha importancia como complemento al trabajo anterior. Puedes realizarlo con máquinas guiadas, peso libre o ejercicios funcionales que después te sirvan para estos deportes. En todo caso, asegúrate de fortalecer bien los cuádriceps, los músculos que más sufren cuando estamos en baja forma y los que “tiramos” en exceso cuando tenemos poca técnica.

esquiador

Entrenar el Core. El entrenamiento de la zona media del cuerpo (abdominales y zona baja de la espalda) es fundamental, ya que este grupo de músculos actúa como transmisores de fuerza desde los miembros inferiores hasta los superiores, proporcionándonos estabilidad y mejorando nuestra postura, entre otras funciones. Puedes trabajarlos de forma más funcional con gomas elásticas, planchas, poleas, etc.

Los extras. Si estar en buena forma antes de ir a esquiar es importante, también lo es entrenar y estirar en cada sesión, comer bien para tener energía e hidratarse adecuadamente en las pistas (algo de lo que muchas veces nos olvidamos porque parece que el frío no nos da sed), y descansar lo suficiente (salir de copas, dormir poco y esquiar es una malísima combinación, te caes seguro…).

¡Que lo disfrutéis!

Claves para afrontar la San Silvestre

Estamos en diciembre, y además de la Navidad, llega uno de los acontecimientos más esperados por los Runners: la San Silvestre Vallecana, que celebra este año su 51 edición, y en la que miles de personas correrán 10 kilómetros para despedir el año en plena forma. ¿Quieres ser uno de ellos? Pero… ¿estás preparado?

Desde 1925 centenares de ciudades de todo el mundo acogen cada año carreras populares, como la San Silvestre, que se celebra para despedir el año de una forma saludable. Si te animas a participar, aquí tienes las claves que te ofrecen los expertos del Club de Runners de los centros deportivos GO fit. ¡Toma nota!

Como dicen estos expertos, “no hay un plan de preparación física que sirva a todo el mundo, siempre depende del objetivo que tengas marcado y de la forma física de cada uno. Pero “basta con entrenar dos o tres días por semana para poder tener unas condiciones óptimas que nos permita terminar la prueba”, aconsejan los expertos del Club de Runners.

Pero por muchas ganas que tengas de correrla, no te olvides de que este tipo de carreras requieren una preparación previa y aún más si no somos expertos corredores. Comenzar a entrenar, si es posible, con un mes de antelación, llevar una dieta saludable y asumir que lo importante es llegar a la meta sin agobios es imprescindible para prepararnos.

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Para una carrera popular de 10 kilómetros “basta con entrenar dos o tres días por semana, para poder tener unas condiciones óptimas que nos permita terminar la prueba”, aconsejan los expertos del Club de Runners. Toda sesión de entrenamiento debe estar compuesta por tres partes principales. Un parte de entrada en calor progresiva, la parte principal donde se juega con la intensidad de la sesión y otra de estiramientos finales”. En cuanto a los estiramientos, aparte de estirar nada más terminar tu sesión de running, te recomiendo hacer un par de sesiones más largas a la semana, por ejemplo en casa siguiendo los vídeos de yoga y stretch de Telegim.tv. Por último, es recomendable un bloque de técnica de carrera ya que nos aportará movimientos más eficaces, mejorará nuestro rendimiento y nos ayudará a ahorrar energía.

Otro aspecto muy importante a parte del entrenamiento previo es la nutrición e hidratación. Como aconsejan estos expertos, los días antes de la carrera deberemos ingerir carbohidratos que nos permitan llenar los depósitos de glucógeno del músculo y del hígado. Y evitar alimentos con una alta cantidad de fibra o los picantes, ya que pueden generar problemas gástricos durante la prueba.

Y la hidratación es fundamental: 72 horas antes es recomendable beber mucha agua, ya sea mediante líquidos o a través de los alimentos. El día de la carrera, “no se te ocurra llegar y empezar a correr, con las bajas temperaturas debes tomarte al menos 10 minutos para hacer un calentamiento previo”, subrayan. “Debes hacer estiramientos activos y mover las articulaciones para que no estén frías, también debes comenzar con un trote suave de intensidad media para que, cuando disparen la salida, estés totalmente preparado para los 10 kilómetros que se ponen por delante”, dicen.

Y recuerda: si no eres un corredor profesional, no pretendas llegar el primero a la meta! Lo importante es correr tranquilo, sin prisa y, ante todo, ¡disfrutar!

Locos por el ciclo indoor

Spinning, cycling, R.P.M., ciclo indoor…. Son algunos de los nombres con los que se conoce a esta actividad, algunos de marcas registradas o programas de fitness precoreografiados, como R.P.M. de Les Milles. Pero casi todos conocemos esta actividad como spinning o ciclo. Y, como siempre digo, es la única clase colectiva que ha conseguido enganchar al público masculino.

De hecho, es la clase número uno en los gimnasios de todo el mundo y la primera en la que había que apuntarse para poder entrar. ¿Cuál es el secreto de un éxito tan rotundo? Es tan fácil como subirse a una bici estática y pedalear -¡ni siquiera tienes que saber montar en bicicleta!-, se suda desde el minuto uno, quema muchas calorías, tonifica las piernas y haces un súper entreno de cardio de una forma divertida, guiado por un instructor y al ritmo de la música.

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Vayas a la hora que vayas, las clases de spinning están siempre llenas y, en las “horas punta” del gym, como no te apuntes a la famosa lista, no entras… ¿Más razones para gustar tanto? La descarga de adrenalina, el ambiente que se crea en la sala -música, luces, efectos, pantallas…- y, sobre todo, la poca técnica que requiere: sólo hay que ajustar bien la bici, coger una buena postura y pedalear. Puedes adaptar la intensidad y no hay “riesgo” de hacer el ridículo intentando seguir una coreografía…

El éxito del ciclo indoor ha sido tal, que desde su aparición ha surgido variantes muy interesantes. Os las cuento:

Aquaspinning. Son ya muchos los clubes que cuentan con esta modalidad de ciclo indoor, posible gracias a unas bicis espaciales lastradas en la piscina. Incluso hay centros que cuentan con cabinas individuales con agua tratada con ozono para convertir el entreno casi en un tratamiento terapéutico. Lo interesante del aquaciclo es que el agua aumenta la intensidad del trabajo, lo que multiplica los beneficios (sobre todo la tonificación) y permite reducir el tiempo de las sesiones. Además, son perfectas para personas con sobrepeso o lesiones.

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Bike fusión. Se trata de sesiones de fitness que combinan entrenamiento con bicicleta y ejercicios funcionales con el objetivo de conseguir un entrenamiento más completo y aumentar la quema de calorías.

Spinyoga. Se trata de un programa de ejercicio que combina spinning y ciclo. En mi opinión, una gran fusión, ya que las posturas de yoga son perfectas para estirar bien y relajar el cuerpo y la mente después de un ejercicio tan intenso como el ciclo indoor.

Ciclo Virtual. Es otra “feliz” variante de esta actividad, que existe tanto en los clubes reales (sólo hay que seguir la clase mirando una pantalla) como en los virtuales, como Telegim.tv. Los pioneros en introducir este tipo de sesiones fueron los clubes low cost, pero ya existen en casi todos los centros porque permiten ampliar el horario de esta actividad sin necesidad de monitores extra. También puede practicarse spinning en súper bicis estáticas con pantalla individual, que no sólo te permiten escoger el programa que quieras (pérdida de peso, entrenamiento de cardio…) sino hasta tener tu propio avatar o competir con otros usuarios. Y, como os decía, también puedes practicar ciclo indoor en tu propia casa, una opción mucho más motivante y efectiva que pedalear en la clásica bici estática. Y también más agradable si, como a mí, os agobian un poco las de ciclo y el sudor ajeno…

¿Sois fans del ciclo indoor?

En forma a los 40

Reconozco que de jovencita me asustaban los cuarenta. Me imaginaba muuuuy mayor. Y ni se me pasaba por la cabeza la idea de estar entrenando en un gimnasio a esa edad (tal vez porque mis padres son de una generación que ha hecho muy poco ejercicio) y mucho menos ¡ser profesora de yoga! Tengo 43 y me siento tan en forma como a los 33. Y tampoco me siento mayor…

Por eso quiero dedicar el post de hoy a todas las personas de 40 años que entrenan pero, sobre todo, a las que NO HACEN EJERCICIO o muy ocasionalmente. Porque, como veréis a continuación, nunca es tarde para recuperar la forma física y hasta el tipo.

Existen estudios que demuestran que personas que empezaron a hacer actividad física intensa después de los 40 obtuvieron beneficios similares a aquellos que comenzaron a hacerlo antes de los 30, y por supuesto, a obtener ventajas desde el punto de vista de la salud.

Hacer ejercicio con asiduidad pasados los 40 no sólo nos asegura fuerza, agilidad, coordinación o flexibilidad, también nos aleja de los problemas articulares y de las típicas enfermedades que van llegando con la edad: cardiopatías, diabetes, obesidad…

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Pero no sólo es importante hacer ejercicio: más que nunca, a esta edad resulta obligatorio entrenar la fuerza para desarrollar y preservar la masa muscular, un “seguro de vida” para nuestros huesos, para mantener un aspecto joven, una buena postura y para evitar ganar peso. Para las mujeres el entreno de fuerza es crucial a partir de esta edad, cuando nos vamos acercando a la menopausia, que lleva asociados muchos problemas de sobrepeso y fragilidad ósea.

¿Has llegado a los 40 o más sin apenas hacer ejercicio? Los estudios demuestran que entre los 40 y los 60 años se pierde hasta el 20% de la masa muscular, así que ¡ponte manos a la obra ya! Por salud, por estética y por tu vejez.

¿Qué hacer? Lo ideal es combinar ejercicio aeróbico y de fuerza. Y puedes escoger cualquier actividad o deporte, incluso de alta intensidad, sólo tienes que adaptarlo a tu nivel de condición física. Si te apuntas a un gimnasio, ponte siempre en manos de los técnicos deportivos para que te asesoren. Si haces ejercicio en casa con un gym virtual como Telegum.tv, escoge las sesiones de dificultad baja hasta que vayas cogiendo forma.