Ya estamos en septiembre y muchos hemos empezado con nuestra rutina laboral de la que casi nos habíamos olvidado. Con ella, recordamos el plan de entrenamiento que abandonamos una vez iniciamos nuestras vacaciones y es que, durante ellas, aunque nos hagamos promesas, solemos dejar cualquier tipo de ejercicio a un lado. Por eso y porque sabemos que es difícil volver a la rutina, queremos darte algunos consejos para volver a hacer ejercicio después del verano.
Estos consejos también les serán de gran ayuda a todas aquellas personas que hayan aprovechado algún rato para practicar algo de deporte durante el verano. Ya sea nadar en la playa, jugar a las palas o dar largos paseos. No obstante, a pesar de que esto también es una forma de hacer ejercicio, recuperar la rutina de entrenamiento que se había iniciado antes de las vacaciones, muchas veces, no es fácil.
Volver a hacer ejercicio después del verano
Es conveniente que los días previos a que se terminen tus vacaciones empieces a planificar y pensar en tu rutina de entrenamiento. Esto te servirá como periodo de adaptación para que te sea más llevadero volver a hacer ejercicio después del verano. No obstante, aquí te dejamos algunos consejos que te van a ayudar.
- Prueba algo nuevo. Si la pereza está haciendo que postergues tu vuelta a hacer ejercicio, intenta hacer una nueva actividad. Por ejemplo, si solo has hecho ciclo indoor, prueba con el yoga. Esto te animará y hará más divertido la vuelta a tu rutina de entrenamiento.
- No entrenes con excesiva intensidad. Si vuelves a hacer ejercicio después del verano con la misma intensidad que antes de irte de vacaciones, al día siguiente no te vas a poder mover. Tras un periodo sin hacer ejercicio debes ir de menos a más. Esto evitará que te saltes tu rutina de entrenamiento.
- No lo des todo los primeros días. Si te encuentras muy motivado, puede que pases muchas horas entrenando o que empieces muchas actividades nuevas. Esto es un error, pues como bien hemos mencionado debes empezar poco a poco. Así evitarás no seguir en las actividades que has iniciado y frustrarte por no poder continuar con ese ritmo pasado el tiempo.
- Recuerda que tienes que estirar. Los estiramientos antes y después del ejercicio debes realizarlos sin prisas, sobre todo, tras haber pasado las vacaciones sin hacer ninguna actividad física. Esto te ayudará a prevenir lesiones.
- Vas a tener agujetas. Sí, aunque nos hagas caso y empieces poco a poco, inevitablemente vas a tener agujetas. Sin embargo, a partir de la primera semana descubrirás que son más llevaderas o ya no son tan dolorosas. Así que no dejes tu entrenamiento de lado, ¡sigue haciendo ejercicio!
No te obsesiones
Después de tus vacaciones, puede que te obsesiones no solo con el ejercicio, sino con tu nutrición. En ambos aspectos nuestra recomendación es la misma: debes empezar poco a poco. No puedes empezar el primer día después del verano a hacer ejercicio con las mismas marcas que antes de irte de vacaciones y, tampoco, comer tan saludable como entonces.
Cambiar de forma tan drástica tus hábitos solo te llevará al fracaso. Por esta razón, no te obsesiones con hacerlo todo perfecto desde el primer día. Es normal que al principio no quieras estar una hora entrenando. En este caso, puede ser mejor que hagas ejercicio solo media hora todos los días. Lo conveniente es que inicies tu rutina y que el entrenamiento lo mantengas los días que tenías planeado.
Con la alimentación sucede lo mismo. Puede que aún desees disfrutar de algún helado, pero también puedes empezar a hacer tus comidas más sanas. Por ejemplo, no te prives del postre, pero haz que el resto de tus comidas contengan alimentos saludables. Esto te va a ayudar.
Con todo, ya estás preparado para volver a hacer ejercicio después del verano y mejorar tus hábitos de alimentación que tanto repercutirán en tu rendimiento. ¿A qué esperas para iniciar tu rutina de entrenamiento?