Consejos para practicar yoga online con Telegim.tv

Consejos para practicar yoga online con Telegim.tv

Empezar a practicar yoga puede ser muy beneficioso para multitud de elementos de nuestro organismo. Pero quizás no tengas un centro cercano a tu casa o no encuentres justo lo que necesitas, y eso te ha hecho abandonar la idea. No te preocupes, podrás iniciarte en esta disciplina a través del yoga online. Leer más Consejos para practicar yoga online con Telegim.tv

Yoga contra el cáncer

Los que me leéis ya sabéis que soy una fan absoluta del yoga, como profesora y como alumna, y que no me canso nunca de contar sus beneficios. Y precisamente hoy quiero hablaros de un tipo de yoga muy especial: para supervivientes de cáncer.

¿Quién no ha vivido hoy en día en su entorno o en su propia persona esta cruel enfermedad? La práctica de yoga no sólo es un factor más de prevención sino que puede ayudar a los pacientes de cáncer a superar mejor todos los estadios de la enfermedad, tanto física como psicológicamente.

Descubrí esta práctica hace poco gracias al Zentro Urban Yoga, donde Amy Dara, una experta americana en esta disciplina, imparte formaciones a profesores. El tema me gustó tanto que me puse en contacto con ella para escribir un artículo que hoy quiero resumiros en este post.

Amy vive e imparte yoga en Washington (también en un hospital) y se interesó por este tema a través de los supervivientes de cáncer que acudían a sus propias clases y cuyas necesidades no sabía atender. Por ello se formó con Tari Prinster, otra profesora que, tras superar un cáncer de mama, desarrolló el programa “Yoga for Cancer Survivors”.

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Mi primera pregunta para Amy fue por qué superviviente en lugar de “paciente”. “La palabra superviviente o sobreviviente se aplica a las personas vivas diagnosticadas con cáncer y que están en tratamiento o ya lo han superado”, me aclaró.

Beneficios en todas las etapas

Como me explicó Amy, el yoga puede practicarse en todas las etapas de la enfermedad aunque, “cada superviviente tiene un tratamiento diseñado para su propio tipo de cáncer: unos solo necesitan cirugía, otros requieren tratamiento siempre, y la mayoría necesita algo de cada y tendrá que realizarse revisiones y pruebas de forma periódica.

“Cualquier paciente de cáncer puede mejorar tanto su estado físico como emocional durante toda la enfermedad practicando yoga”, dice. Estos beneficios, avalados por estudios, se extienden a la calidad del sueño, el cansancio y la ansiedad que genera esta enfermedad, además de ayudar a reducir la ingesta de medicamentos. Este tipo de yoga está recomendado en todas las etapas:

  • Diagnóstico: ayuda a fortalecer el cuerpo y gestionar el trauma inicial.
  • Cirugía: mejora el sistema inmune y favorece la curación de la zona intervenida.
  • Quimioterapia/ inmunoterapia: alivia la fatiga y el malestar y aumenta la autoestima.
  • Radioterapia: mejora el rango limitado de movimiento y alivia las molestias.
  • Terapia hormonal: mejora el estado de ánimo, el aumento de peso y sofocos.
  • Fin del tratamiento: ayuda a restaurar la normalidad en el cuerpo y la mente y a reducir el riesgo de depresión.
  • Pruebas para la detección de cáncer: ayuda a aliviar la ansiedad.

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Como decía Amy, en cada etapa del proceso también anima a los pacientes a cuidarse y a beneficiarse del apoyo y la inspiración de los otros supervivientes. Aunque hay muchas posturas que deben eliminarse según el tipo de cáncer de cada paciente y las clases deben adaptarse en cada caso, todos los supervivientes pueden beneficiarse de la práctica. Las sesiones duran entre 60 y 75 minutos y se trata de una combinación de Hatha, Vinyasa y restauración: se practica una combinación de posturas, técnicas de respiración y meditación.

Uno de los puntos más interesantes de mi conversación con Amy fue la desmitificación de la práctica de yoga o ejercicio para los supervivientes de cáncer, ya que prácticamente lo que todos hacen es simplemente descansar, tienen miedo a moverse y mucho más a hacer ejercicio. “Mucha gente le dice a los supervivientes de cáncer que descanse, cuando la mayoría pueden -y quieren- moverse y hacer ejercicio para calmar su mente”, decía Dara.

“Lo importante, como recalcaba esta experta, es que ellos sepan las precauciones médicas que deben tomar para evitar complicaciones como el linfedema, y que no se sientan presionados para hacer más de lo que son capaces”, apunta. Y, por supuesto, tomar siempre clases con un profesor de yoga certificado para enseñar yoga para el cáncer. No sirve cualquier tipo de yoga ni de ejercicio, aunque sea suave.

Dónde practicarlo. Puedes encontrar clases de yoga para el cáncer en Zentro Urban Yoga (www.zentroyoga.com), en la Asociación Española contra el Cáncer (www.aecc.es) o en MD Anderson Center (www.mdanderson.es).

Todo lo que el yoga puede hacer por ti

Puede sonar radical pero es así: en mi vida hubo un antes y un después del yoga. Llevaba muchos años impartiendo clases de fitness de alto impacto, step, body pump, body combat y, simplemente, mi cuerpo estaba exhausto, no podía más. Pensé incluso que tendría que dejar de hacer ejercicio porque tenía muchos problemas de espalda.


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Por suerte, en mi gimnasio me pidieron que me formara como instructora de body balance, un programa de fitness que combina yoga, pilates, Tai Chi y estiramientos. Esa fue mi primera toma de contacto con el yoga. Después de varios años dando clases de balance y sintiendo lo bien que me sentaba y cómo mi cuerpo y mi mente me pedían otro “tempo” al hacer ejercicio, decidí formarme como profesora de Hatah Yoga. El dinero que mejor he invertido en mi vida y el que antes he amortizado. Pero sobre todo hablando en términos de salud. Realmente, volví a sentirme joven y con toda la energía y la fuerza del mundo.

Hacer yoga te cambia, sobre todo si consigues dar con un estilo y un profesor con los que conectes. Como mucha gente, yo me resistía a hacer yoga porque pensaba que iba a ser algo demasiado lento y flojo para mí, acostumbrada a darme unas palizas de muerte entrenando. Nada más lejos de la realidad: el yoga es un sistema de acondicionamiento completo y súper potente, sobre todo si escoges un estilo atlético y dinámico como Power, Vinyasa o Asthanga.

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Os lo comentaba además en el anterior post, nunca he estado tan fibrosa y delgada como practicando yoga. Porque trabajas cada músculo de tu cuerpo, y todo el cuerpo de forma armónica y coherente. Pero esta es sólo una de las razones que te convencerán para probar el yoga.

El cambio de siente desde el primer momento. Un cambio que afecta a tu cuerpo y a tu mente. Porque durante las clases de yoga ambos se conectan a través de la respiración, lo que te hace consciente de cada movimiento o postura que realizas y te lleva a sentir muchas más cosas a parte de la propia práctica física.Porque yoga significa unión. Unión de cuerpo, mente y espíritu. Y eso es lo que te hace sentir su práctica, que estás conectado contigo mismo, en equilibrio y tranquilo. Ejercitando tu cuerpo y cambiando tu postura de una forma amable y placentera. Porque practicando yoga nunca terminas exhausto sino en calma y con una grandísima sensación de bienestar, porque es una práctica coherente, que te ayuda a preservar tu energía y a huir de la dispersión, de los pensamientos y problemas que suelen agobiarnos a todos.

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Encuentra tu estilo

Como os decía antes, para disfrutar del yoga es muy importante encontrar el estilo que más nos va a nosotros, porque hay muchos, desde los más suaves y meditativos (como Anusara o Kundalini), hasta los más atléticos (Asthanga) y exigentes a los más originales (con calor o con pesas).

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Antes de decidir si os gusta el yoga, lo que os recomiendo es probar varios estilos en función de vuestros objetivos: relajarnos, conectar con nuestra parte más espiritual, conseguir un cuerpo más fuerte y flexible, conseguir nuevos retos físicos y mentales, completar nuestro entrenamiento de running, fútbol, bicicleta o escalada… os puedo decir que hay un estilo para cada objetivo y ¡ casi para cada persona !.

En centros de yoga, gimnasios e incluso desde casa, gracias a gimnasios online como Telegim TV HOME, con video clases virtuales guiadas por profesores expertos, de la misma calidad, duración y características de las clases que puedes encontrar en cualquier gimnasio presencialmente. Lo importante es escoger a un profesional cualificado, o  seguir video clases de yoga realmente profesionales en los que se muestre la técnica correcta como las de TelegimTV® u otras empresas que se dedican profesionalmente a esto, pero ¡ Nunca ! ( es un consejo ), seguir videos caseros que se pueden encontrar por la red, que no se sabe si la persona que está impartiendo la clase está lo suficientemente cualificada para poder enseñar con total seguridad los movimientos de Yoga y lo más seguro lo único que nos pueda llevar es a ¡ lesionarnos !. Porque el yoga es infinitamente beneficioso siempre que se haga correctamente, escogiendo clases adaptadas a nuestro nivel y tomándonos la práctica como una carrera de fondo: si algo me gusta del yoga es que hay que dejar a un lado el ego y escuchar a nuestro cuerpo, haciendo las opciones de posturas que mejor nos vayan, no las más bonitas estéticamente. En yoga no hay que sufrir, hay que sentir… Y para ser duraderos y efectivos, en yoga los cambios deben ser lentos, hay que ser humildes y pacientes.

Muchas razones para practicarlo

“Todo lo que el yoga puede hacer por ti”. Es el título del post y lo que de verdad os convencerá para hacer yoga, ya que sus beneficios han sido probados en numerosos estudios médicos y sus bondades, reconocidas incluso por la Organización Mundial de la Salud. Aquí tenéis algunas razones de peso para animaros a probarlo:

  • Es un ejercicio anti cáncer. Así lo afirman los expertos del MD Anderson Cáncer Center por su estimulación suave del corazón y el flujo sanguíneo. De hecho, en algunos centros de yoga ya existen clases especiales para enfermos de cáncer, ya que una práctica suave ayuda a paliar los efectos de la quimioterapia y la radioterapia, como las alteraciones del sistema digestivo y la fatiga, potenciando además la eliminación de toxinas, reforzando el sistema inmune y mejorando la autoestima y la gestión de las emociones que supone la enfermedad.
  • Equilibrio interno. Si algo nos perjudica, es la gran cantidad de estímulos a los que estamos sometidos cada día, algo que nos estresa y nos dispersa, que nos hace sentir casi enfermos. Practicar yoga te ayuda a desconectar del mundo y a conectar con tu parte más espiritual gracias a los pranayamas, las respiraciones combinadas con el movimiento.
  • Cuerpo atlético y estilizado. La práctica del yoga da como resultado cuerpos fuertes, atléticos y estilizados, ya que los músculos se tonifican y se alargan y flexibilizan de forma armónica. Además, se activa especialmente el metabolismo y la quema de calorías, sobre todo en el caso de los estilos más potentes físicamente.
  • Músculos armónicos. En yoga se trabaja todo el cuerpo, sin olvidar ningún músculo. Siempre realizarás postura y contra postura, lo que permite trabajar la musculatura del cuerpo de forma equilibrada y armónica, lo que también ayuda a corregir los típicos desequilibrios musculares de deportes como el running o la escalada.
  • Mucha energía. Además de ser un ejercicio suave y sin impactos, todas las clases terminan con una relajación (algunas también con meditación), por lo que no sólo no agotamos nuestra energía sino que generamos más. Y además se trata de una energía calmada y equilibrada que nos hace sentir bien.
  • El poder de la respiración. Los pranayamas o prácticas respiratorias conscientes son lo que diferencian al yoga del simple ejercicio físico. Estas respiraciones aumentan la energía vital (prana), revitalizan el cuerpo, calman las emociones, combaten el estrés y proporciona claridad mental. Existen muchos paranayamas o ejercicios de respiración, todas ellas con grandes beneficios físicos y mentales. También se traduce en más autocontrol y equilibrio interno.
  • Cuida tu espalda. Una buena práctica guiada de yoga es la mejor herramienta para combatir los estragos del sedentarismo, como las malas posturas y las patologías de espalda.
  • Mucha energía. Uno de los beneficios más espectaculares del yoga es el aumento de la energía y del tono vital que produce. Gracias a la práctica de las asanas y el pranayama el cuerpo libera y genera más energía. Además, no tendrás que hacer nada que te deje exhausto o agotado físicamente como ocurre en otras prácticas deportivas. Tendrás que esforzarte, pero de una forma coherente y agradable.
  • Gestión de las emociones. Médicos y psicólogos suelen recomendar la práctica del yoga por su gran efecto calmante de la mente. Su práctica ayuda a tener mucho más control sobre las emociones y, si además meditamos, tendremos una herramienta infalible contra el estrés y los pensamientos obsesivos. Es muy recomendable en el caso de personas con depresión o tristeza.
  • Práctica desintoxicante. Las posturas de yoga ayudan al cuerpo a desintoxicarse mediante la estimulación y el masaje de los órganos internos. De hecho, hay posturas que mejoran el tránsito intestinal y estimulan el funcionamiento de los riñones, el hígado y el páncreas. Bikram Yoga, practicado con calor, es especialmente desintoxicante, ya que empiezas a sudar desde el minuto uno.

Además de todo lo que os he dicho, si os fijáis en la gente que practica yoga, parece mucho más joven. Y no lo digo porque yo tenga 41 años…