Desmitificando el pilates

A estas alturas, quién no ha oído hablar de las clases de pilates? Es una disciplina relativamente nueva, pero se ha convertido en imprescindible en cualquier gimnasio, ¿quién dijo que sería una moda pasajera? Son muchos los que ya lo han probado, pero son muchísimos también los que aún les suena a chino, así pues, vamos a hablar un poco sobre esta disciplina apta para todos.

Antes de nada, tenemos que quitarnos de la cabeza falsos mitos como que es solo para mujeres, en realidad el pilates mejora notablemente el rendimiento atlético de los hombres desarrollando su fuerza y flexibilidad. y numerosos deportistas de élite lo utilizan. También hay quien piensa que se trata de clases fáciles de relajación, cuando en realidad requieren una buena técnica y sus beneficios van mucho más allá.

Joseph Hubertus Pilates lo ideó basándose en tres disciplinas: el yoga la gimnasia y la traumatología. Esta nueva disciplina buscaba el uso de la mente para controlar el cuerpo, pero buscando el equilibrio y la unidad entre ambos. Es una técnica muy utilizada como terapia en la rehabilitación, ya que se centra en el desarrollo de los músculos internos con el fin de mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, aunque desde su invención hasta el momento se han creado diferentes estilos y aplicaciones, sus principios fundamentales son: el alineamiento, la centralización, la concentración, el control. la precisión, la fluidez y la respiración.

En pilates, al contrario que la mayoría de disciplinas que podemos practicar en un gimnasio, lo importante es llegar a realizar los ejercicios, y sobre todo la respiración, con el control correcto. Aunque se realice la misma clase varias veces, debe notar una evolución día a día, en su control y respiración. En Pilates no se trata, como en aerobic o step, de hacer la coreografía y una vez aprendida ya está, se trata de aprender a controlar la respiración y los movimientos tal y como lo hacen los instructores, con esa facilidad y control. No vamos a divertirnos y quemar grasas rápidamente, sino a saber controlar y mejorar nuestro cuerpo poco a poco.

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El powerhouse

El powerhouse, que podríamos traducir como «centro de poder» es el eje alrededor del cual gira la práctica del pilates: fue situado en la parte inferior del tronco, como una faja que rodea toda la zona lumbar y abdominal. Hace referencia, aunque no exclusivamente, al músculo transverso del abdomen, y la clave de todo el método es su fortalecimiento, lo que habilita al cuerpo a moverse libre y equilibradamente y todos los movimientos se inician y se sostienen desde esta zona.

La respiración

La respiración también es una de las claves de este método. Una buena respiración implica una mayor capacidad pulmonar y mejor circulación sanguínea, que se traduce en fuerza, flexibilidad, coordinación mental y buena postura.

Se practica una respiración intercostal. Al inhalar se debe notar como las costillas se separan. En la exhalación se cierran primero las costillas y después se hunde el powerhouse, con la sensación de pegar el ombligo a la columna.  En la respiración de Pilates se inhala por la nariz y se exhala por la boca. La respiración debe ser en todo momento lenta y continua

Existe el pilates con máquinas, que dificilmente podremos practicar en casa, y el pilates mat o pilates en suelo, que se practica con el uso de una colchoneta. Entre las máquinas, podemos encontrar el reformer, el barril, el trapecio o cadillac y la silla, mientras que a la hora de realizar ejercicios de pilates en el suelo, nos podemos valer de: aro o círculo mágico, pelota, banda elástica y el bosu principalmente, pero nos podemos encontrar también con otros aparatos.

reformer

Espero que después de este post tengáis más claro en qué consiste la técnica de pilates y os animéis a probarla si aún no lo habéis hecho.

Saludos!

Gemma / Telegim TV

tienda.telegim.tv

 

Rutina en el gimnasio

El momento más complicado, cuando hemos decidido ponernos en forma y hemos aterrizado en el gimnasio, es decidir: ¿Qué hago? ¿Dónde voy? Habitualmente, en la sala siempre habrá algún monitor dispuesto a ayudar y crearnos unas rutinas, es habitual que nos agarremos a ellas y caigamos en no variar mucho: siempre las mismas series en máquinas, alguna clase colectiva que nos gusta y se acabó: y aquí está el error!

Puede que esta rutina nos funcione al principio, pero pasados unos meses probablemente nos veamos estancados y nos preguntemos por qué no notamos un progreso, y no es que estemos haciendo mal lo que hacemos, es que el organismo necesita nuevos desafíos, es necesario añadir variaciones de intensidad, métodos de trabajo y cambios en objetivos que nos ayuden a evitar el estancamiento. Un entrenamiento es efectivo cuando el cuerpo no está acostumbrado a él y por lo tanto representa un desafío que le hace evolucionar. Hay que perder el miedo a provar cosas nuevas, el monitor de sala no está solo para ayudarnos el primer dia, podemos pedirle que nos cree nuevas rutinas. Y por qué no atrevernos a provar nuevas clases colectivas? Las hay de todo tipo y el miedo a empezar puede hacer que nos las perdamos: desde las clásicas body pump, aerobic, gap, ciclismo indoor… hasta body combat, aerobic latino, etc. Variar es bueno para nuestro cuerpo, y además evitaremos caer en un aburrimiento que puede hacernos desistir de nuestro empeño.

People on treadmill in gym running

Saludos,

Gemma Quevedo/Telegim TV

Rutina en el Gimnasio