El boxeo vuelve a estar de moda

El gimnasio donde yo doy clases era hace unos años uno de los pocos de Madrid con deportes de contacto -boxeo y kick- y un auténtico ring de boxeo. Entonces, en otro tipo de clubes deportivos más caros y exclusivos no estaba muy bien visto eso de “ir a pegarse” y sudar de verdad. El socio que quisiera un poco más de acción tenía que apuntarse a una escuela especializada, con instalaciones y servicios mucho menso lujosos, por supuesto.

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Pero, ¡cómo han cambiado las cosas! Ahora es que un club, por muy caro que sea, no tenga entre sus actividades clases de boxeo y otros deportes de contacto, e incluso espacios o salas preparadas con sacos y material de boxing. Y no sólo es el público masculino el que se anima a dar derechazos, las chicas también se han apuntado a esta tendencia (incluso existen clases especiales de boxeo femenino).

¿Por qué están teniendo tanto éxito los deportes de contacto? En primer lugar, porque el entrenamiento físico que suponen es uno de los más completos, no hay más que fijarse en el típico cuerpo de un boxeador o un practicante de kick o muay thay: pura fibra, ni un gramo de grasa. Y además, cuerpos ágiles, fuertes y flexibles. ¿Lo que todos queremos no?

Pero hay muchas más razones para engancharse, como la descarga de adrenalina que uno experimenta boxeando y entrenando duro. Uno no se vuelve agresivo por aprender a boxear, sino que descarga el estrés, la tensión y la posible agresividad. Otra de las razones es se trata de un entrenamiento en grupo, en el que tienes que retarte con otros compañeros, lo que resulta súper motivante y mucho más divertido que hacer millas solo sobre una cinta de correr. Sin olvidarnos de que aprender a golpear (aunque el objetivo no sea, por supuesto, pegarse con nadie) y a defenderse, hace subir la autoestima y la confianza en uno mismo.

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Sin embargo, a much@s la posibilidad de recibir algún que otro golpe no les hace mucha gracia (sobre todo a las chicas) y les ha mantenido durante mucho tiempo alejados de los deportes de contacto, también muy exigentes físicamente. Por eso aparecieron las clases colectivas que combinaban fitness y deportes de contacto al ritmo de la música sin tener que pegarse con nadie. Como Body Combat, un programa de la compañía australiana les Milles que combina golpes, técnicas y movimentos de karate, boxeo, kick o muay tahi en coreografías de lucha al ritmo de la música y frente al espejo. 100×100 entrenamiento intenso y diversión pero sin ningún riesgo. Yo fui profesora de Combat durante mucho tiempo y las clases me encantaban y nunca he estado tan en forma como cuando las hacía, sudabas hasta última caloría y terminabas “suave como la seda”. Y la verdad es que me encantaba dar golpes y patadas aunque fuera frente al espejo.

La técnica y movimientos del boxeo también se incluyen en muchos entrenamientos personales, como el de muchas famosas y modelos. Y es que saltar a la comba, golpear el saco, esquivar o dar patadas quema, tonifica y esculpe. Pero no sólo en escuelas, gimnasios o con entrenadores personales, también puedes hacer clases de boxing en tu propia casa siguiendo vídeos, como los de Telegin.tv, dirigidos por profesionales expertos en Body Combat o Cardio Box. ¿Mi consejo para hacer este tipo de clases? Ponte unas “guantillas” o unas vendas, protegerás tus muñecas y, sobre todo, ¡te lo creerás mucho más!

Entrena para conseguir la mejor versión de ti misma

La semana pasada vi unas fotos de la súper modelo Iza Goulart entrenando. Y me preocuparon. Igual que me preocupan las fotos de los ángeles de Victoria’s Secret entrenando antes de los desfiles. Cuerpos muy estilizados y muy delgados, con cada músculo marcado y definido, cinturas de avispa, tripas increíblemente planas y piernas que jamás se juntas a la altura de los muslos… La mayoría de ellas son mujeres preciosas y tienen unos cuerpos espectaculares. Pero si no tenemos su altura, su estructura ósea y un biotipo similar, ¡nunca vamos a conseguir ser como ellas!
Y esto, chicas, no es nada malo, ni tiene que desanimarnos a la hora de entrenar. ¡Todo lo contrario! Cada mujer tiene un cuerpo diferente y nuestro objetivo debería ser conseguir la mejor versión de nosotras mismas partiendo del físico que tenemos. Machacarnos a hacer ejercicio, someternos a dietas súper restrictivas o gastarnos dinero y salud en cirugía, no nos va a hacer más hermosas ni más felices.

¿Quién no se ha sentido alguna vez acomplejada y ha hecho alguna tontería en su juventud intentando parecerse a una modelo o a una actriz?. Pero sabedlo: ¡ellas tampoco son tan bellas ni tan perfectas como nos muestras las fotos, sobre todo porque la mayoría están retocadas con la magia del photoshop! Y además, las mujeres guapas también tienen complejos y días malos. Como todas…

¿Qué cuerpo tienes?

Antes de frustraros con objetivos imposibles de conseguir con dieta o entrenamiento, debéis saber cuál es vuestro biotipo físico, es decir, vuestro tipo de cuerpo, determinado por la distribución de la grasa, la masa muscular y la proporción, marcados genéticamente. Simplificándolo, existen tres: pera, manzana y espárrago. Y vuestro programa de ejercicio físico debería tener esto muy en cuenta para poder mejorar vuestros puntos débiles con el ejercicio adecuado. ¿Preparada para mirarte al espejo? Con cariño por favor…

Biotipo Manzana. Es de tipo redondeado, destacando la parte superior sobre la inferior. Si este es tu cuerpo, tendrás una buena masa muscular y formas que se acercan un poco a la figura masculina (cintura y espalda ancha, trasero plano, rodillas separadas). Pero tranquila, aunque de entrada sea menos estético, es el biotipo más moldeable. Tu objetivo. Reducir la cintura, ya que hará que tu cuerpo resulte más femenino. No te resultará difícil con un entrenamiento cardiovascular y eliminando de la dieta todo eso que sabes que te engorda, como la bollería industrial, pero sin seguir ninguna dieta restrictiva (pueden producir efecto rebote). Para compensar la diferencia entre tren superior e inferior tienes que muscular especialmente las piernas con ejercicios de tonificación o clases de step, y mejorar la postura en general. Yo diría que Reese Whiterspoon es una famosa con un cuerpo tipo manzana muy bien disimulado gracias al entrenamiento.

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Biotipo Pera. Es el más femenino y se reconoce por la cintura estrecha y las caderas y muslos anchos, rodillas juntas y culo respingón. Este cuerpo tiende a cumular más grasa y está muy relacionado con el sistema hormonal femenino, por lo que es más difícil de cambiar. Para mantener tus curvas a raya tienes que ser constante con la alimentación y el ejercicio. Tu objetivo. Aumentar volumen del tren superior para compensar la diferencia respecto al inferior. Hacer un trabajo postural (como pilates) que te ayude a reducir la curvatura lumbar. Incluir siempre en tu entrenamiento trabajo cardiovascular para mantener las caderas y piernas a raya, y tonificación suave del tren inferior para endurecer y afinar (las clases de step no son las mejores para ti). En cuanto a tu alimentación, tiene que ser baja en sodio para evitar la retención de líquidos. El agua, las frutas y las verduras son tus grandes aliadas. Jennifer López sería el mejor ejemplo de un cuerpo tipo pera.

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Biotipo espárrago. Es el cuerpo más parecido al de las modelos, con poca masa muscular, formas poco definidas, figura recta, piernas y brazos como tubos. Pero también suele ser típico de mujeres altas, con muchas descompensaciones posturales y musculares (sí, la típica pose de modelo es nefasta para tu espalda y tu tripa). Tu objetivo. Incrementar la masa muscular en general y mejorar la postura para no encorvarte. También necesitas prestarle atención al trabajo del core (abdomen y espalda) y a ¡tu peso! Estar demasiado delgada te dará un aspecto poco saludable. En tu caso es muy importante el trabajo de fuerza con cargas, combinado con un entrenamiento cardiovascular suave y sin impacto (no te pases nunca con el cardio). Además, debes prestarle mucha atención a tu dieta: come sano y de todo, y no te saltes comidas. Hidrátate bien durante todo el día y después de hacer ejercicio, toma un batido o frutas para reponer nutrientes. La it girl Alexa Chung es un clarísimo biotipo espárrago.

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Si quieres saber más sobre tu biotipo (algunos son una mezcla de varios) y el entrenamiento que más te va, te recomiendo el libro “Mujer en forma. El reto”, de Domingo Sánchez. Hay un capítulo llamado “Así eres, así debes entrenar” dedicado íntegramente a este tema.

Y, mi consejo personal: El ejercicio siempre te transforma y te hace parecer más joven y más guapa, así que conviértelo en tu amigo y ¡disfrútalo!

Qué le falta a tu entrenamiento

He perdido ya la cuenta de la cantidad de artículos sobre fitness y entrenamiento que he escrito a lo largo de casi veinte años ya como periodista. Pero sí me he dado cuenta de que en los últimos años he hablado muchas veces sobre la importancia del trabajo postural y los estiramientos. Como en otras cuestiones, mi propia experiencia como profesora me ha llevado también a darme cuenta de que éste es un pilar clave en el entrenamiento de cualquier persona.

Actualmente estamos experimentado un interés sorprendente por el ejercicio y la vida sana. El running se ha convertido en una fiebre en todo el mundo y cada vez hay más interés por saber sobre entrenamiento. No hay más que ir a un quiosco para ver que han aumentado considerablemente las publicaciones sobre fitness. Cada vez somos más conscientes de la importancia de hacer ejercicio y cuidarnos y cada vez sabemos más sobre ejercicio.

Pero yo sigo detectando una laguna. Y aquí es precisamente donde quería llegar. Casi todo el mundo tiene asumido que un entrenamiento no está completo si no se hace cardio y entrenamiento de fuerza. Pero, ¿ qué hay de los estiramientos y el trabajo postural ?. Y no me refiero sólo a los estiramientos que hacemos antes o después de correr, o al final de una clase colectiva.
He hablado muchas veces con Sonia Campra, experta en inteligencia corporal, sobre la importancia del trabajo postural. Pero, sobre todo, sobre la necesidad de tomar conciencia de cómo es y cómo o funciona nuestro cuerpo para poder cambiar los patrones y hábitos posturales incorrectos y poder solucionar las patologías de espalda y de suelo pélvico, hacer ejercicio de forma segura, cambiar nuestro aspecto y rejuvenecerlo.

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Porque si corres o haces ejercicio de impacto, si entrenas tus músculos y te machacas a hacer ejercicio pero no eres consciente de las posturas que estás adoptando, de la hiperpresión que pueden estar sufriendo tu faja abdominal y tu suelo pélvico, de lo descompensado que es muscularmente tu entreno… puedes estar haciendo una muy mala inversión.

Con todo esto lo que quiero deciros es que, para ser completo, todo entrenamiento debe incluir un trabajo corporal consciente y, si es posible, que también sea cuerpo-mente. Yoga, Pilates, Stretching, readaptación postural hipopresiva, body balance, trabajo de espalda… Hay muchas opciones para añadir ese plus que tanto va a cambiar nuestro entrenamiento y nuestro cuerpo.

Y como os decía, no se trata sólo de incluir unos estiramientos al principio y al final de nuestro entrenamiento. Se trata de saber cómo es nuestra postura y qué hábitos posturales incorrectos sufrimos: ¿ tenemos lordosis o cifosis ?, ¿ tenemos la pelvis en anteversión o retroversión ?, ¿ tenemos la cabeza adelantada respecto a la columna ?, ¿ caminamos con los pies hacia fuera o hacia dentro ?, ¿ tenemos una faja abdominal incompetente que hace que el suelo pélvico tenga que trabajar por dos ?, ¿ nuestra postura nos hace parecer mucho mayores de los que somos ?.

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Porque nuestra postura puede ser directamente responsable de nuestros problemas de espalda, hernias y hasta incontinencia urinaria. Por no hablar de nuestro aspecto. Hombros cargados, tripa hacia fuera, músculos acortados, aspecto envejecido… Nuestro esquema corporal influye incluso en nuestras emociones: un cuerpo encogido incita a la tristeza y a la falta de confianza.

Estirando nuestra musculatura y trabajándola de forma harmónica, identificando y cambiando los patrones posturales incorrectos, aprendiendo a trabajar nuestra faja abdominal a través de la postura, creando espacio en nuestra caja torácica… no sólo evitaremos patologías articulares, de espalada y lesiones durante el entrenamiento, sino que rejuveneceremos inmediatamente y provocaremos emociones a la inversa: enderezar el cuerpo, abrirlo, desbloquearlo y estirarlo proporciona seguridad, confianza y alegría.

Si no estás haciéndolo ya, merece la pena cambiar una o dos sesiones de tu entrenamiento semanal por una de trabajo cuerpo mente con cualquier de las disciplinas que os he comentado. Y si tu problema es el tiempo, ¡ hazlo desde casa !. No tienes más que seguir las video clases profesionales de pilates, yoga y/o stretcht como las de TelegimTV. Notarás la diferencia en tu rendimiento deportivo, en tu cuerpo y en tu mente.

Todo lo que el yoga puede hacer por ti

Puede sonar radical pero es así: en mi vida hubo un antes y un después del yoga. Llevaba muchos años impartiendo clases de fitness de alto impacto, step, body pump, body combat y, simplemente, mi cuerpo estaba exhausto, no podía más. Pensé incluso que tendría que dejar de hacer ejercicio porque tenía muchos problemas de espalda.


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Por suerte, en mi gimnasio me pidieron que me formara como instructora de body balance, un programa de fitness que combina yoga, pilates, Tai Chi y estiramientos. Esa fue mi primera toma de contacto con el yoga. Después de varios años dando clases de balance y sintiendo lo bien que me sentaba y cómo mi cuerpo y mi mente me pedían otro “tempo” al hacer ejercicio, decidí formarme como profesora de Hatah Yoga. El dinero que mejor he invertido en mi vida y el que antes he amortizado. Pero sobre todo hablando en términos de salud. Realmente, volví a sentirme joven y con toda la energía y la fuerza del mundo.

Hacer yoga te cambia, sobre todo si consigues dar con un estilo y un profesor con los que conectes. Como mucha gente, yo me resistía a hacer yoga porque pensaba que iba a ser algo demasiado lento y flojo para mí, acostumbrada a darme unas palizas de muerte entrenando. Nada más lejos de la realidad: el yoga es un sistema de acondicionamiento completo y súper potente, sobre todo si escoges un estilo atlético y dinámico como Power, Vinyasa o Asthanga.

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Os lo comentaba además en el anterior post, nunca he estado tan fibrosa y delgada como practicando yoga. Porque trabajas cada músculo de tu cuerpo, y todo el cuerpo de forma armónica y coherente. Pero esta es sólo una de las razones que te convencerán para probar el yoga.

El cambio de siente desde el primer momento. Un cambio que afecta a tu cuerpo y a tu mente. Porque durante las clases de yoga ambos se conectan a través de la respiración, lo que te hace consciente de cada movimiento o postura que realizas y te lleva a sentir muchas más cosas a parte de la propia práctica física.Porque yoga significa unión. Unión de cuerpo, mente y espíritu. Y eso es lo que te hace sentir su práctica, que estás conectado contigo mismo, en equilibrio y tranquilo. Ejercitando tu cuerpo y cambiando tu postura de una forma amable y placentera. Porque practicando yoga nunca terminas exhausto sino en calma y con una grandísima sensación de bienestar, porque es una práctica coherente, que te ayuda a preservar tu energía y a huir de la dispersión, de los pensamientos y problemas que suelen agobiarnos a todos.

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Encuentra tu estilo

Como os decía antes, para disfrutar del yoga es muy importante encontrar el estilo que más nos va a nosotros, porque hay muchos, desde los más suaves y meditativos (como Anusara o Kundalini), hasta los más atléticos (Asthanga) y exigentes a los más originales (con calor o con pesas).

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Antes de decidir si os gusta el yoga, lo que os recomiendo es probar varios estilos en función de vuestros objetivos: relajarnos, conectar con nuestra parte más espiritual, conseguir un cuerpo más fuerte y flexible, conseguir nuevos retos físicos y mentales, completar nuestro entrenamiento de running, fútbol, bicicleta o escalada… os puedo decir que hay un estilo para cada objetivo y ¡ casi para cada persona !.

En centros de yoga, gimnasios e incluso desde casa, gracias a gimnasios online como Telegim TV HOME, con video clases virtuales guiadas por profesores expertos, de la misma calidad, duración y características de las clases que puedes encontrar en cualquier gimnasio presencialmente. Lo importante es escoger a un profesional cualificado, o  seguir video clases de yoga realmente profesionales en los que se muestre la técnica correcta como las de TelegimTV® u otras empresas que se dedican profesionalmente a esto, pero ¡ Nunca ! ( es un consejo ), seguir videos caseros que se pueden encontrar por la red, que no se sabe si la persona que está impartiendo la clase está lo suficientemente cualificada para poder enseñar con total seguridad los movimientos de Yoga y lo más seguro lo único que nos pueda llevar es a ¡ lesionarnos !. Porque el yoga es infinitamente beneficioso siempre que se haga correctamente, escogiendo clases adaptadas a nuestro nivel y tomándonos la práctica como una carrera de fondo: si algo me gusta del yoga es que hay que dejar a un lado el ego y escuchar a nuestro cuerpo, haciendo las opciones de posturas que mejor nos vayan, no las más bonitas estéticamente. En yoga no hay que sufrir, hay que sentir… Y para ser duraderos y efectivos, en yoga los cambios deben ser lentos, hay que ser humildes y pacientes.

Muchas razones para practicarlo

“Todo lo que el yoga puede hacer por ti”. Es el título del post y lo que de verdad os convencerá para hacer yoga, ya que sus beneficios han sido probados en numerosos estudios médicos y sus bondades, reconocidas incluso por la Organización Mundial de la Salud. Aquí tenéis algunas razones de peso para animaros a probarlo:

  • Es un ejercicio anti cáncer. Así lo afirman los expertos del MD Anderson Cáncer Center por su estimulación suave del corazón y el flujo sanguíneo. De hecho, en algunos centros de yoga ya existen clases especiales para enfermos de cáncer, ya que una práctica suave ayuda a paliar los efectos de la quimioterapia y la radioterapia, como las alteraciones del sistema digestivo y la fatiga, potenciando además la eliminación de toxinas, reforzando el sistema inmune y mejorando la autoestima y la gestión de las emociones que supone la enfermedad.
  • Equilibrio interno. Si algo nos perjudica, es la gran cantidad de estímulos a los que estamos sometidos cada día, algo que nos estresa y nos dispersa, que nos hace sentir casi enfermos. Practicar yoga te ayuda a desconectar del mundo y a conectar con tu parte más espiritual gracias a los pranayamas, las respiraciones combinadas con el movimiento.
  • Cuerpo atlético y estilizado. La práctica del yoga da como resultado cuerpos fuertes, atléticos y estilizados, ya que los músculos se tonifican y se alargan y flexibilizan de forma armónica. Además, se activa especialmente el metabolismo y la quema de calorías, sobre todo en el caso de los estilos más potentes físicamente.
  • Músculos armónicos. En yoga se trabaja todo el cuerpo, sin olvidar ningún músculo. Siempre realizarás postura y contra postura, lo que permite trabajar la musculatura del cuerpo de forma equilibrada y armónica, lo que también ayuda a corregir los típicos desequilibrios musculares de deportes como el running o la escalada.
  • Mucha energía. Además de ser un ejercicio suave y sin impactos, todas las clases terminan con una relajación (algunas también con meditación), por lo que no sólo no agotamos nuestra energía sino que generamos más. Y además se trata de una energía calmada y equilibrada que nos hace sentir bien.
  • El poder de la respiración. Los pranayamas o prácticas respiratorias conscientes son lo que diferencian al yoga del simple ejercicio físico. Estas respiraciones aumentan la energía vital (prana), revitalizan el cuerpo, calman las emociones, combaten el estrés y proporciona claridad mental. Existen muchos paranayamas o ejercicios de respiración, todas ellas con grandes beneficios físicos y mentales. También se traduce en más autocontrol y equilibrio interno.
  • Cuida tu espalda. Una buena práctica guiada de yoga es la mejor herramienta para combatir los estragos del sedentarismo, como las malas posturas y las patologías de espalda.
  • Mucha energía. Uno de los beneficios más espectaculares del yoga es el aumento de la energía y del tono vital que produce. Gracias a la práctica de las asanas y el pranayama el cuerpo libera y genera más energía. Además, no tendrás que hacer nada que te deje exhausto o agotado físicamente como ocurre en otras prácticas deportivas. Tendrás que esforzarte, pero de una forma coherente y agradable.
  • Gestión de las emociones. Médicos y psicólogos suelen recomendar la práctica del yoga por su gran efecto calmante de la mente. Su práctica ayuda a tener mucho más control sobre las emociones y, si además meditamos, tendremos una herramienta infalible contra el estrés y los pensamientos obsesivos. Es muy recomendable en el caso de personas con depresión o tristeza.
  • Práctica desintoxicante. Las posturas de yoga ayudan al cuerpo a desintoxicarse mediante la estimulación y el masaje de los órganos internos. De hecho, hay posturas que mejoran el tránsito intestinal y estimulan el funcionamiento de los riñones, el hígado y el páncreas. Bikram Yoga, practicado con calor, es especialmente desintoxicante, ya que empiezas a sudar desde el minuto uno.

Además de todo lo que os he dicho, si os fijáis en la gente que practica yoga, parece mucho más joven. Y no lo digo porque yo tenga 41 años…