El coco, ideal para deportistas

El coco es uno de mis últimos descubrimientos, y no sólo como alimento sino también como cosmético. Sirve para comer, para untar, para calmar irritaciones, como ingrediente en batidos, cremas y dulces… Y por todas las propiedades que voy a contaros, es todo un “must” para deportistas, sobre todo en verano.

El coco está considerado un fruto seco o semilla, y es rico en fibra, vitaminas, minerales y oligoelementos. Es un alimento remineralizante, rico en potasio, magnesio, selenio, yodo, fósforo y zinc. Entre los oligoelementos que aporta este fruto se encuentran el cromo (muy indicado para controlar los niveles de azúcar en sangre), además de manganeso, molibdeno o flúor.

En los países tropicales, donde puede tomarse directamente del árbol, el coco es considerado una auténtica medicina herbal, ya que tiene propiedades antifúngicas, bactericidas, antivirales, antioxidantes, hipoglucemiantes, hepatoprotectoras e inmunoestimulantes.

 

Agua de coco

El agua de coco, que puedes comprar envasada (asegúrate de que no tiene azúcares añadidos) es un poderoso hidratante, rico en potasio, que ayuda a controlar la retención de líquidos, es muy beneficioso para el corazón e ideal para deportistas y cualquier persona en los meses de verano. ¿Os acoráis de la “ventana de la oportunidad” después de hacer deporte? Pues el agua de coco es la bebida ideal para recuperarse después de una sesión de ejercicio, sobre todo al aire libre y con calor. Si alguno de vosotros participasteis en la masterclass de Free Yoga el pasado mes de junio en Madrid, os acordaréis de que fue la bebida oficial.

Además de todas las propiedades que tiene esta bebida, el agua de coco es baja es azúcares y grasas, y tanto los diabéticos como las personas a dieta pueden beneficiarse de este tónico natural. ¿Os preocupa también el colesterol? No hay problema, el coco también tiene propiedades hipoglucemiantes, ayuda a controlar los triglicéridos y reduce la presión arterial.

 

Aceite de coco

Como os decía antes, el coco no sólo se come sino que se ha convertido en el cosmético ecológico de moda, de hecho, en muchas tiendas de productos naturales hay que pedirlo por encargo porque se agota en un día. El aceite de coco puede aplicarse directamente sobre la piel y el cabello, ya que tiene un gran poder hidratante y es recomendable incluso para niños. Tengo una amiga que no utiliza otra cosa para su hijo de tres años, ya que ha sido lo único que ha conseguido curarle la dermatitis y los problemas de piel.

Pero lo mejor del aceite de coco es que puede pasar de tu baño a tu cocina, es un producto totalmente versátil. Es muy rico en ácido láurico, un potente antiviral que al ser ingerido recorre todo nuestro aparato digestivo, actuando como un bálsamo y un potente regulador del tránsito intestinal. Por estas propiedades, está indicado en personas con molestias estomacales.

Es cierto que el coco contiene grasa saturada, pero los ácidos grasos que aporta tienen propiedades antiinflamatorias y, al contrario de lo que pueda parecer, ayudan a estimular el metabolismo. Por eso resulta un ingrediente perfecto en zumos y batidos naturales, dulces, postres y hasta ensaladas (añade una cucharada grande sin miedo a todas estas elaboraciones; en los bizcochos, puede sustituir el aceite de oliva). Os constato todas estas propiedades porque hace poco estuve en un taller de zumos y batidos naturales: en todos ellos utilizaron el agua o el aceite de coco como ingrediente estrella y además de estar deliciosos, sentaban de maravilla. Eso sí, para que sea un producto saludable hay que comprarlo de primera presión en frío, como el aceite de oliva.

 

La pulpa de coco y la leche

La pulpa de coco es la parte más grasa de este alimento, por lo puede ser recomendable si necesitas un extra de energía, frente a una sesión fuerte de entrenamiento o incluso si tu objetivo es aumentar de peso. Al ser muy energética (contiene carbohidratos complejos y simples), va bien mezclada con frutas (por ejemplo en el desayuno) o en guisos (como en Sudamérica). Pero no debes abusar, ya que la pulpa sí puede subir los niveles de colesterol.

leche

En tiendas de alimentación ntatural también puedes encontrar azúcar integral de coco (yo lo utilizo y es muy rico), más nutritivo que el blanco y con un índice glucémico mucho menor. Ideal para endulzar postres, zumos, yogures…

Por último, en tiendas de alimentación natural también podéis encontrar leche de coco, mi último descubrimiento. Es la que más me gusta de las bebidas vegetales, perfecta para tomar con cereales, en batidos o sola.

Como veis, el coco, sobre todo el aceite, es un producto súper útil y beneficioso, que os ayudará a variar vuestros platos, zumos y batidos. Y, como os decía, el agua de coco es una de las bebidas estrella para los que hacen deporte.

Nutrición y deporte: 10 reglas de oro

No sé si os pasará a vosotros, pero a veces, cuanto más lees sobre nutrición deportiva, más dudas tienes. Y, como dicen los expertos de IND (Planificación Nutricional para Deportistas), esto es normal, porque la nutrición no es algo genérico, debería ser totalmente personalizada en cada caso y en cada deportista.

Al margen de las particularidades y necesidades de cada uno (nuestro metabolismo, el momento en el que comemos o entrenamos, el modo de cocinar, la cantidad de alimento…), estos expertos me han dado algunos consejos que sí podemos aplicar todos los que hacemos deporte para estar bien nutridos y mejorar nuestro rendimiento y recuperación a la hora de hacer ejercicio, también pensando en carreras y competiciones. Aquí van:

  1. Entrena tu intestino. Igual que haces con tus músculos, es importante utilizar los entrenos para comer lo que vas a comer el día de la competición. Ese día no es momento de probar cosas nuevas.
  1. Infórmate. Cuanto más entiendas cómo funciona tu cuerpo, mejor sabrás qué necesita en cada momento. ¿Por qué es bueno que la ensalada tenga muchos colores? ¿Por qué me ayuda tomar miel antes de salir en bici? ¿Por qué tengo que tomar los suficientes hidratos y proteínas? Una simple consulta a un nutricionista puede resolverte muchas dudas y ayudarte a comer mejor.
    fruta
  1. Las grasas son necesarias. Por muchas razones, entre ellas, que los alimentos grasos combaten la inflamación producida en músculos y articulaciones por el ejercicio, sobre todo con impacto. Eso sí, hablamos de grasas saludables, no de fast food.
  1. Respeta la digestión. Para hacer la digestión tu cuerpo envía más sangre al estómago y al intestino, por lo que tus músculos pierden irrigación. Si necesitas comer algo justo antes, intenta que sean texturas cremosas, líquidas o molidas (miel, papillas, pan de leche, fruta, batidos, sobres de frutas…): Los frutos secos, las carnes, los alimentos muy grasos o los que contienen mucha fibra tienen una digestión larga y costosa.
  1. Organízate la semana. Es la única forma de asegurarte que vas a comer bien. Compra el fin de semana pensando en tus días de entrenamiento. Y que tu compra sea variada y equilibrada, con todo tipo de nutrientes. Una buena idea es cocinar el fin de semana y congelar para luego no tener que perder tiempo.
  1. Qué tipo de calorías. Las calorías son energía repartida en tres macro-nutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas). Y lo importante es el reparto de estos tres nutrientes según tus necesidades. Reducir sólo de un tipo no es buena idea, y menos aún si haces ejercicio. Si estás pensando en adelgazar, de nuevo lo mejor es consultar a un experto en nutrición.
    comida
  1. Come despacio. Ya lo habrás oído mil veces pero la realidad es que casi todos comemos más cantidad de la que necesitamos por hacerlo demasiado rápido. Eso hace también que la digestión te cueste mucho y te perjudique a la hora de entrenar.
  1. Tu cuerpo es un conjunto. Si has hecho fuerza no necesitas sólo proteína para los músculos y ya está. También necesitas hidratos y grasas para recuperarte completamente. Si trabajas sentado todo el día y pensando, gran parte de tu glucosa (hidratos de carbono) va al cerebro, por lo que sí necesitas comer aunque creas que no estás quemando nada. En el cuerpo todo está conectado. 
  1. Cocina tú mismo. Es la única forma de saber lo que comes y de utilizar ingredientes realmente sanos y nutritivos. Una hamburguesa que te hagas tú no tiene nada que ver con la de un restaurante. Ni una pizza, un bocadillo o un bizcocho.
  1. Reparte las digestiones. Así tu cuerpo no está varias horas esforzándose por digerir la comida. Además, en una sola digestión el cuerpo puede digerir nutrientes hasta un límite. Por eso, si entrenamos fuerza, estaría bien comer algo rico en proteínas, hacer la digestión, y a la hora hacerte una cena más completa.

¿Vuestra alimentación se parece a la de los puntos que os he comentado? Si no es así, por vuestra salud, por vuestro rendimiento deportivo y también por estética, necesitáis cambiar de hábitos.