Cómo quemar 1000 calorías extra !! sin hacer deporte

Cuando la vida nos impide realizar ejercicios físicos diarios, podemos convertir nuestra cotidianeidad en una fuente permanente para quemarcalorías, perder peso y mantener la forma. Les digo más, un estudio aparecido en Archives of Internal Medicine asegura que aun realizando ejercicios físicos, aquellos que pasan la mayor parte de los días sentados pierden gran parte de sus beneficios.

La buena noticia la trae el investigador James Levine de la famosa clínica neoyorkina de los hermanos Mayo: simplemente moviéndonos un poco más en la oficina y sus alrededores podríamos quemar entre 800 y 1000 kcal diarias extra, además de mantener la forma. Veamos algunos consejos muy sencillos que deberíamos convertir en modo de vida.

  • Si te es posible, acude al trabajo a pie o en bicicleta.
  • Si vas en bus o metro, bajate un par de paradas antes y anda el resto a pie.
  • Durante el viaje en bus, tanto de pie como sentado, puedes dedicarte a realizar contracciones musculares de casi cualquier parte del cuerpo… no temas que nadie lo notará a tu alrededor.
  • Olvidate de los ascensores. Subir escaleras te hará quemar calorías como si jugaras un partido de tenis, mientras que bajarlas equivale a bailar rock and roll. De seguro vas a perder peso muy pronto.
  • Sugiere encuentros de trabajo cara a cara mejor que por teléfono, así tendrás que moverte hasta el punto de encuentro y quemar calorías mientras resuelves álgidos asuntos de trabajo.
  • Cuando tomes el teléfono ponte de pie o camina mientras hablas.
  • Cuando vayas al servicio aprovecha y haz un poco de estiramientos y contracciones musculares de forma alternativa.
  • Almuerza de pie y no te sientes inmediatamente después, sino que camina un rato por la calle antes de volver a la oficina.
  • Realiza las actividades de casa con energía y evita en lo posible la televisión. La escucha de la radio, por ejemplo, no te impedirá realizar tus tareas habituales.
  • Despide al jardinero y asume el mantenimiento de tus plantas como un plan quincenal que te hará quemar calorías al tiempo que sentirte orgulloso de tu patio.
  • Al realizar la compra acostúmbrate a ver todos los pasillos… quizá encuentres alguna sorpresa y de paso caminarás más de cien metros extra.
  • Si te toca el médico, recibir a un amigo en el aeropuerto o esperar por el mecánico del auto, evita las sillas de espera. Camina, recorre las tiendas o simplemente mantente de pie.
  • Convierte tus noches de placer sexual en un prolongado ejercicio aerobio en el que se alternen las más diversas posiciones durante el mayor tiempo posible. Además del placer entregado y recibido, habrás añadido el equivalente a un par de kilómetros en bicicleta a tu gasto calórico diario.

Y si tu tiempo escasea al punto de no poder ir a un gimnasio, podrás ejercitarte en casa mediante el empleo de las más diversas video clases online, de manera que no tengas que invertir tiempo en vestirte, salir de casa y manejar hasta el gimnasio más cercano.

¿Podemos perder peso y ganar musculatura al mismo tiempo?

Eso es  lo que prometen algunos de los productos de última generación: convertir en músculos la grasa que perdemos durante las sesiones de ejercicios. Pero cuidado, que como dice un viejo refrán, el papel aguanta todo lo que le escriban. Veamos los hechos a la luz del sentido común.

En primer lugar, si eres una persona normal y estás obsesionado con los culturistas, será conveniente que dejes de mirarlos como ejemplos a imitar. Para alguien que lleve una vida promedio (estudio, trabajo, familia, hijos) resultará imposible desarrollar el cuerpo casi perfecto de cualquiera de ellos, no porque sea imposible como tal, sino por no contar con el tiempo y los recursos necesarios para lograrlo… ni falta que hacen para mantener una forma física apropiada y fomentar la salud.

Si estamos algo pasados de peso, por ejemplo,  pero también quisiéramos mejorar el perfil de nuestros músculos, deberemos concentrarnos primero en empezar a tener una buena alimentación para ir perdiendo peso, a la vez que vamos mejorando nuestro tono muscular.

Y es que para perder peso se necesita reducir el consumo de calorías de manera más o menos drástica, mientras que para ganar musculatura se requiere todo lo contrario, es decir, comer alimentos muy calóricos cuyas energías y nutrientes se emplearán en fomentar el tejido muscular mediante ejercicios de fuerza.

De manera que, resultando imposible perder peso y ganar musculatura al mismo tiempo, tendremos que priorizar las acciones, siendo la nutrición y el tipo de ejercitación los aspectos determinantes para obtener uno u otro objetivo.

Para perder peso nada mejor que un plan de ejercicios cardiovasculares. Una excelente forma sería, por ejemplo, el indoorwalking Mediante estas clases guiadas de bicicleta elíptica al ritmo de la música, nuestro cuerpo perderá una gran cantidad de calorías en ejercicios prolongados  pero poco intensos. Claramente, tendremos que acompañar los ejercicios con una dieta cuyos aportes queden algo por debajo de lo que gastamos en las sesiones.

Todo lo contario hay que hacer cuando de ganar musculatura se trata, pues las calorías que ingerimos tendrán que superar las gastos en el gimnasio. Eso sí, siempre tratando de no tomar carbohidratos refinados o vacíos y asegurándonos de que el nivel proteico también sea el adecuado. En cuanto a los ejercicios necesarios, habrá que acudir a todo tipo de pesas y mancuernas para ver crecer nuestros músculos.

En resumen : ” Primero prioriza el perder peso ( con una buena alimentación y ejercicios cardiovasculares que te garanticen el gastar muchas calorías, más de las que consumes ),  y una vez que comiences a estar en un peso más o menos correcto ( también estarás más tonificado al haber realizado regularmente los ejercicios cardiovasculares ), adapta tu alimentación y ejercicios ( ahora ya ejercicios con pesas, no sólo cardiovasculares ) para ganar masa muscular y volver a subir peso, pero esta vez, en músculo no en grasa.

Cómo quemar más calorías en tus ejercicios

La vida se anda a paso doble y la palabra de orden es eficacia, de manera que el breve lapso que dedicamos a ejercitarnos diariamente también ha de ser muy bien aprovechado, lo que se traduce en quemar más calorías por unidad de tiempo. Veamos algunas reglas para lograrlo.

Elije tu mejor ejercicio.

Esto depende mucho de tus condiciones físicas y nivel de entrenamiento. Si estás en la mediana edad o tienes problemas de salud no podrás escoger igual que un muchacho joven que haya practicado deportes. Pero dentro de tus posibilidades, siempre opta por el ejercicio más exigente posible, porque si quieres quemar más calorías en menos tiempo, la intensidad es tu destino. Un entrenador profesional sería de gran ayuda al respecto.

Observa las partes de tu cuerpo que más trabajan.

Es un hecho probado que los ejercicios que involucran a los músculos más grandes, son más eficaces en la quema de calorías. Por ejemplo, una cinta de correr o una máquina de remar serán mejor para tu empeño que un balón medicinal.

Intensifica las rutinas…

Mucho se habla del ejercicio moderado como la forma ideal para quemar más grasa, incluso se asocia a determinadas velocidades en algunas máquinas para ejercitarse. Pero no te dejes confundir jamás: a mayor intensidad en la ejecución –en cualquier ejercicio que sea, mayor cantidad de calorías necesitarán tus músculos para cumplir su propósito. Incluso tras salir de las duchas, tu cuerpo seguirá quemando calorías en proporción directa a la intensidad con que se ejercitó durante la sesión y tus condiciones físicas

… pero emplea el tiempo necesario.

Porque, por muy fuerte que sea un ejercicio, requerirá de un tiempo mínimo para causar efectos. Por ejemplo montarse en una elíptica y ponerle mucha resistencia no lograrás más que caminar a paso lento por un cuarto de hora.

Aprovecha la experiencia de un entrenador.

Puede ser colectivo, virtual o personal, pero la conducción de un entrenador profesional te permitirá sacar el máximo provecho a tus sesiones sin ponerte en riesgo de lesiones.

No te ejercites en ayunas.

Es cierto que si te ejercitas en ayunas el organismo tendrá que acudir a las reservas de grasa para sacar energías, pero de seguro sobrevendrá la fatiga más rápidamente y a la larga no podrás ejecutar las rutina todo el tiempo o con toda la intensidad con que esperabas hacerlo.

Cuatro lecciones para un vientre plano

El vientre ( abdomen ) es la principal región que utiliza el metabolismo masculino para almacenar los excesos gastronómicos convertidos en grasas. En la mujer, se acumula además en las caderas, los glúteos y las piernas.  Pero veamos algunos consejos para mantener un vientre plano, más allá del empleo de los bancos de abdominales.

El balance calórico.

Cuando el valor calórico de los alimentos que digerimos no supera el valor calórico de lo que gastamos en una unidad de tiempo, se dice que el balance calórico es equilibrado o negativo. Entonces no habrá acumulación de grasas y por tanto el vientre se mantendrá plano, aún sin realizar ejercicios físicos. No queda otra que seguir muy de cerca esta ecuación, a diario y cuantitativamente si es posible… pero en ocasiones un buen balance calórico no basta.

El balance hormonal.

Por que a veces el vientre se abulta sin que haya motivos aparentes para ello. Y es que, en el hombre, con el descenso natural de la testosterona la barriga crece, con independencia de cuánto comamos. De hecho, una dieta muy baja en carbohidratos reduce los niveles de testosterona. Así que habrá que encontrar el balance nutricional adecuado y por supuesto, introducir o mantener el nivel de ejercicios físicos.

Para ellas la cosa cambia un poco, debido a su diferente cuadro hormonal. El estrógeno y la progesterona resultan favorables (aumentan la sensibilidad a la insulina y disminuyen la reacción al cortisol), mientras que la testosterona y el cortisol deberían mantenerse a bajos niveles. Nada mejor que la consulta de un endocrinólogo después de los cuarenta.

El ejercicio adecuado.

Hay muchos tipos de ejercicios en cada una de sus categorías, pero para mantener o desarrollar la musculatura ventral un Bancos y Multiestaciones resulta ideal. Sobre alguno de estos equipos podrá ver literalmente formarse sus músculos y de paso aumentar la capacidad metabólica de su organismo, todo lo cual redundará en un vientre plano.

Para ellas valen también los bancos si de abdominales se trata, pero darán mejor resultado integral si se alternan con ejercicios que disminuyan el estrés. Y es que la tensión continuada en las mujeres sube los niveles de cortisol y testosterona al tiempo que afecta al estrógeno y la progesterona, favoreciendo la acumulación de grasas. De ahí lo doblemente útil para ellas que se acerquen al yoga como alternativa anti-estrés.

El alcohol.

Una copa o un par de cervezas no le hacen daño a nadie… a no ser que las dosis comiencen a crecer excesivamente. Y es que el alcohol, además de causar un descenso en la testosterona (la hormona que nos evita la barriga), es un carbohidrato líquido concentrado, lo cual facilita su ruta metabólica hacia la grasa ventral. Como si fuera poco se descompone en acetatos, el mismo producto final de los azúcares, facilitando su conversión en grasa por sobre su empleo energético directo.