Suplementos y súper-alimentos para potenciar tu actividad física

Los súperalimentos no pueden estar más de moda. Hasta el mismísimo chef Chicote tiene un programa en televisión dedicado a estos alimentos con propiedades extraordinarias. Pero lo mejor es que no sólo se trata de una moda sino de algo que realmente nos va a ayudar a mejorar nuestra salud, nuestro aspecto y nuestro entreno.

Está claro que el ejercicio es una herramienta indispensable para mejorar nuestro cuerpo y nuestra mente, pero no siempre tenemos la energía suficiente para ponernos a hacer deporte. El cansancio acumulado por el ritmo de vida, las lesiones o los dolores articulares hacen que muchas veces nos abandonemos al sedentarismo. Para impedir que esto pase, los expertos de Farmaconfianza me han recomendado los mejores suplementos naturales para poner a punto nuestro cuerpo y cargarnos de energía. Una pequeña guía que nos va a ayudar a tener claro qué es lo que no puede faltar en nuestra dieta diaria y qué suplementos podemos tomar para conseguir más beneficios de nuestro entrenamiento.

Antioxidantes: la clave para frenar el envejecimiento del cuerpo

Llevar a los niños al colegio, ir a trabajar, las tareas del hogar… Las obligaciones del día a día demandan mucha energía y generan agotamiento físico y mental. Este desgaste ocasiona la aparición de radicales libres, moléculas que dañan nuestro organismo y aumentan la velocidad a la que envejecen nuestras células. La contaminación, la mala alimentación y otros hábitos poco saludables como fumar o dormir poco, también contribuyen a la oxidación del cuerpo, debilitándonos y alejándonos de la actividad física. Por suerte, hoy en día podemos encontrar en las farmacias suplementos antioxidantes y revitalizantes completamente naturales, que pueden ayudar a sentirnos más enérgicos. Las principales sustancias antioxidantes que incluyen los suplementos de última generación son: licopeno, luteína, resveratrol y coenzima Q10, así como vitaminas, oligoelementos y ácidos grasos Omega-3. Algunos incluso añaden enzimas digestivas que ayudan a la mejor absorción de estos elementos.

Súbete al tren de los súperalimentos

Los llamados “súperalimentos” también son una buena opción natural ya que aportan gran variedad de nutrientes en pequeñas cantidades. El alga espirulina es uno de los más populares gracias a su enorme aporte proteico de origen vegetal, lo que la convierte en el suplemento perfecto para deportistas y personas con carencias nutricionales, sobre todo de hierro o proteínas (como puede ser el caso de vegetarianos o veganos). El ginkgo biloba, conocido como “el árbol de la longevidad”, mejora la circulación sanguínea, incrementando el riego cerebral y reduciendo determinados procesos del envejecimiento. Pero son muchos más los súperalimentos que podéis incorporar a vuestra dieta: aguacate, nueces, chocolate, algas, pescado azul, maca, chlorella, kale, frutos rojos…

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Pon tus articulaciones a punto y ¡muévete!

El dolor articular es una de las principales causas de la falta de actividad física. No sólo entre las personas mayores, cada vez más gente joven sufre molestias en las articulaciones. Ante estos casos existen suplementos para cuidar las articulaciones y los huesos, previniendo y/o evitando su deterioro. Los formulados con colágeno (proteína que forma parte de huesos, articulaciones, cartílagos, tendones y ligamentos) son la mejor opción, ya que esta sustancia contribuye a regenerar las articulaciones y frenar la aparición de lesiones.

Para potenciar la acción del colágeno, se recomienda combinarlo con ácido hialurónico (lubrica las articulaciones y estimula la producción de colágeno), magnesio (contribuye al buen funcionamiento de músculos y huesos y disminuye la sensación de cansancio y fatiga) y vitaminas como la C o las B. El silicio es otro de los elementos indispensables para cuidar nuestras articulaciones, pues es protagonista de los procesos de síntesis de colágeno en el cuerpo y su carencia puede ocasionar problemas articulares como la artritis.

Chía, otro alimento estrella

Esta pequeña semilla es otro “súper alimento” polivalente. Un perfecto complemento alimenticio para los atletas ya que contiene proteínas, ácidos Omega-3, fibra, magnesio, fósforo, calcio, selenio, potasio y hierro en concentraciones muy elevadas. Además es vigorizante, aumenta las defensas, controla el colesterol y ayuda a mantener en óptimas condiciones las articulaciones en el cuerpo. Sus semillas se pueden espolvorear en ensaladas y verduras, aunque se aprovechan mejor sus beneficios si se mezclan con agua o cualquier otro alimento líquido. Además, mejora la resistencia corporal al realizar actividad física, por lo que es la opción perfecta para luchar contra el sedentarismo.

¿Cómo tomarse todo esto? Una buena forma es hacerse un batido verde por las mañanas o entre horas. Yo lo tomo ante de desayunar y lo hago mezclando en la batidora diferentes frutas con una cucharada de semillas de chía, polvo de hierba de trigo, aceite de coco y alguna verdura verde, como kale o espinacas. ¡Te aseguro que está buenísimo y es un chute de energía impresionante!

Alimenta tu cerebro ¡ con fitness !

Todos sabemos ya los beneficios físicos del ejercicio. También los mentales respecto al estrés o la autoestima. Pero hasta ahora yo no sabía que hacer ejercicio es un verdadero “alimento” para las neuronas. Como cuentan en la campaña “Be more human” de Reebok, la ciencia ha demostrado que entrenar puede ayudar a desarrollar el cerebro de diferentes maneras. Y da igual el tipo de ejercicio: levantar pesas, bailar, correr, hacer triatlón, ¡todo sirve! Y cuanto más ejercicio, más beneficios cerebrales.

 

crossfit chica

El año pasado se publicaron más de 1.600 artículos que analizaban los efectos del ejercicio en la mente y el veredicto fue muy claro: ¡muévete! Todos los artículos concluyen que el ejercicio, del tipo que sea, ayuda a prevenir el deterioro cognitivo y a protegernos de enfermedades como la ELA o el Alzheimer. El mayor investigador de los beneficios del ejercicio para el cerebro es el Dr. John Ratey, profesor clínico asociado de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, autor de libros como “The Revolucionary New Science” o “Exercice and the Brain”.

Y si eres runner, estás de suerte: según investigaciones recientes, un velocista aprende vocabulario un 20% más rápido que una persona corriente.

Ejercicio aeróbico, el mejor

Aunque todo el ejercicio es beneficioso, los investigadores han constatado los grandes beneficios de las actividades aeróbicas de alta intensidad para las funciones cognitivas. La ciencia también ha demostrado que existe una relación proporcional entre la intensidad y la complejidad del ejercicio y el grado de beneficio que obtiene el cerebro. Es decir, cuanto más completo tu entrenamiento, más beneficios tendrás. Por ejemplo, un entrenamiento que implique poner en práctica muchas cualidades físicas, como el crossfit o el triatlón, más beneficioso será.

El profesor Ratey lo explica así: “Cuando aumentamos la intensidad del ejercicio en forma de entrenamientos más complejos, que incluyen actividades aeróbicas de alta intensidad con elementos de estrategia y coordinación, obtenemos desde una subida de la serotonina hasta conceptos más complejos como una mejora de la autoestima y, aunque difícil de cuantificar, un aumento de la empatía hacia nuestros compañeros de equipo o miembros de la comunidad”, dice este profesor.

chica pesas

Es decir, a este nivel estamos retando y estimulando las últimas partes de cerebro que han evolucionado y que nos pueden ayudar a potenciar algunas de nuestras cualidades más humanas.

Tu cerebro y la actividad física

A continuación puedes ver qué ocurre en tu cerebro en un montón de situaciones de inactividad y actividad física. ¿Qué ocurre cuando?…

– Estás sentado. Pierdes la memoria. Si abusas demasiado del sedentarismo (dormir, descansar o tumbarte en el sofá en exceso) puedes erosionar tu cerebro.

– Estás de pie. Eres más productivo porque se activa tu cerebelo y el córtex frontal, manteniendo al cerebro más concentrado en su trabajo. Trabajar en el jardín, limpiar el polvo o hacer la compra producen efectos similares.

– Cuando caminas. Puedes vivir más gracias a que mejoras tu estado de ánimo y tu respuesta al estrés. Trabajar en el jardín, jugar al hula hoop o limpiar la casa a fondo tiene efectos similares.

– Bailas. Cuanto más ligero se mueven tus pies, más aguda se vuelve tu mente. Entre las actividades similares están la práctica de yoga, bosu o tai chi.

– Corres. Ayudas a aliviar y prevenir la depresión, ya que aumenta la producción de neurotransmisores que ayudan a sentirte bien, como la dopamina y la serotonina. También cuando montas en bici, buceas o subes escaleras.

– Haces flexiones. Si se hacen regularmente, los entrenamientos de fuerza y resistencia muscular ayudan a frenar las respuestas/reacción de lucha o huida, es decir, te ayudan a perder el miedo. Igual que montar el kayak, hacer montañismo o esquí de montaña.

– Haces fitness en grupo. Especialmente actividades que requieren coordinación, nuestro cerebro genera oxitocina, la “hormona del amor”, responsable de que sintamos empatía hacia los demás. Como jugar al baloncesto, hacer capoeira o jugar al tenis.

– Corres largas distancias. Las carreras de montaña de larga distancia pueden revertir el proceso de envejecimiento, ya que hacen que el cerebro producto hormona del crecimiento (HGH): También la producirás haciendo ciclismo de alta intensidad, remo de alta intensidad o boxeo.

– Haces CrossFit. Con esta actividad estás sacando provecho a casi todas las partes de tu cerebro, ya que generas grandes niveles de neurotransmisores y produces ácido nítrico, que ayuda a expulsar las placas perjudiciales de tus arterias y bajar la presión arterial. Actividades similares serían las carreras de todo tipo, el triatlón o la lucha libre de competición.

– Haces carreras de obstáculos. Te estás ejercitando casi al límite de tu capacidad física, lo que hace que tu cerebro esté al rojo vivo y aproveche todos los beneficios cognitivos como el crecimiento, la concentración, eficiencia, liberación de estrés y depresión. Competir en grupo también aumenta la empatía, la lealtad y el cariño, tu lado más humano. Las carreras de obstáculos y las de montaña son similares.

Espero que leer este post os anime a poneros las zapatillas y hacer cualquier tipo de deporte. Y si no podéis ir a un gimnasio o no tenéis tiempo de salir a correr, entrenad desde casa con una web de ejercicio online, como telegim.tv. ¡Todo cuenta para alimentar tu cerebro!

Ejercicio preserva efecto de dietas sobre grasa visceral

Es lo que demuestra el fisiólogo Gary Hunter en un estudio de la Universidad de Alabama publicado por la revista Obesity, en el que se afirma que la grasa visceral perdida un año atrás por efecto de una dieta ya concluida se mantiene a raya si se prosigue con los ejercicios durante ese tiempo… incluso cuando se aumenta algo de peso.

Pero quizá todavía más asombroso en esta comunión de dieta y ejercicio es que con apenas 80 minutos semanales de alguna rutina cardiovascular como el Ciclo Indoor/ Spinning o el Indoorwalking / Elíptica Indoorg sería suficiente para lograr dichos resultados.

El citado estudio aplicó primero un régimen de 800 kilocalorías diarias a sus 97 participantes, mediante el cual perdieron 11 kilogramos como promedio. Luego fueron medidos los valores de grasa subcutánea, visceral y total a cada participante, antes de dividirlos aleatoriamente en tres grupos según el tipo de ejercicio que tendrían que desarrollar durante los próximos doce meses: cardiovascular, de fuerza y ninguno.

Para sorpresa de muchos, aquellos que declararon haber mantenido las rutinas de ejercicios de cualquier tipo durante los doce meses a un ritmo mínimo de 80 minutos semanales, no experimentaron incremento alguno de la peligrosa grasa visceral aun registrando ligeros aumentos de peso corporal.

Por otra parte, los que detuvieron la actividad física o la redujeron por debajo de los 80 minutos semanales, tuvieron una subida promedio de hasta un tercio de su grasa visceral con respecto a la calculada tras la dieta realizada un año atrás, no importa si subieron  o no de peso corporal.

Dieta y ejercicio siempre han ido de la mano, pero ahora queda demostrado el extraordinario influjo que tiene la actividad física sobre el organismo humano. Resulta sorprendente que incluso aumentando de peso, los efectos sobre la grasa visceral de una dieta realizada un año atrás se mantengan gracias a la actividad física moderada.

Si bien con este nivel de actividad física no se evitó un leve rebote en el aumento de peso de algunos participantes, resulta significativo que si se detuvo el retorno de la grasa visceral para los que mantuvieron la actividad.

La grasa visceral es la peor forma de acumulación de sobrepeso pues se emplaza alrededor de los órganos vitales, infiltrándolos paulatinamente y poniendo en riesgo su funcionamiento normal. Afortunadamente, esta situación es reversible mediante una combinación adecuada de dieta y ejercicio físico.   

Entre estos últimos, además de los modalidades arriba mencionadas, destaca el Aerobic como una de las más completas, entretenidas y seguras maneras de quemar una buena cantidad de calorías en poco tiempo.