Mucha gente tiene la creencia errónea de que practicar deporte va a provocarnos insomnio y problemas para tener un sueño reparador. En contra de lo que se piensa las personas que hacen ejercicio duermen las mismas horas que el resto y además consiguen descansar mejor.
Pese a las bajas temperaturas que estamos sufriendo actualmente se recomienda hacer deporte para dormir bien. Es mejor que lo hagamos dos horas antes de irnos a la cama ya que al realizar ejercicio nuestra temperatura corporal sufrirá un aumento. Esta es una idea de base que debes tener en cuenta.
Y es que, cuando realizamos ejercicio físico nuestro cuerpo experimenta un desgaste y por lo tanto al estar más agotados vamos a dormir mejor. En muchos empleos nos toca estar sentados la mayor parte del día y al no realizar ningún ejercicio físico es cuando nos encontramos con problemas a la hora de intentar conciliar el sueño. Cuantas más horas pasemos sentados mayores serán las dificultades luego para poder dormir.
En concreto el ejercicio aeróbico es el que va a ayudar a nuestro organismo a que luego tengamos un sueño placentero. A través de este ejercicio lograremos consumir un mayor número de calorías, respirar mejor y una reducción en nuestra ansiedad. Vamos a conseguir quedarnos dormidos antes y será un sueño de mejor calidad.
El estrés que suele tener el ser humano por la multitud de tareas que debe realizar a lo largo del día suele manifestarse cuando ya se encuentra en la cama y no deja de pensar. Si antes hemos realizado ejercicio estaremos cansados y relajados y no tendremos tiempo para preocupaciones, se tratará únicamente de meternos en la cama y en breves momentos ya estaremos dormidos.
Posibles afecciones del sueño como la apnea del sueño también se verán reducidas tras haber hecho ejercicio. No hemos de olvidar que las personas que sufren apnea del sueño dejan de respirar por unos segundos durante la noche y esto se puede convertir en un problema grave. Muchas de las personas que la padecen tienen obesidad y por lo tanto se les recomienda hacer deporte.
Si realizamos actividades tan sencillas como andar deprisa o estar entre 15 y 30 minutos pedaleando en una bicicleta estática se notará en nuestro estado de ánimo y aparte seremos capaces de dormir mejor. Debemos hacerlo siempre con moderación y sin exigirnos demasiado, poco a poco ya podremos ir aumentando el ritmo.