La expresión “fatiga pandémica” ha empezado a hacerse popular. Hace referencia a un aumento de los niveles de estrés y ansiedad e incluso a un incremento de la tensión física y emocional a consecuencia de la COVID-19, de sus efectos y de todas las medidas que ha sido imprescindible adoptar para frenar el avance de la enfermedad.
La OMS ya advertía en noviembre que hasta un 60 % de la población europea padecía los efectos de la fatiga pandémica. Ahora, el segundo Estudio social sobre la pandemia de la covid-19 (Espacov), realizado por el CISC, establece que son los jóvenes quienes más están sufriendo ese deterioro anímico. Ante ello, los expertos dan pautas de comportamiento, y una de ellas es la de realizar ejercicio físico. Ahí entra en juego el papel de los gimnasios.
Deporte frente a ansiedad
De todos es sabido que, junto a unos hábitos de vida saludables, el deporte y la actividad física en general son una de las formas más sencillas y efectivas de hacer frente al estrés y la ansiedad. Por eso, los gimnasios, que tanto han sufrido las consecuencias de la limitación de actividad y aforo, son ahora una eficaz herramienta para enfrentarse a la fatiga pandémica.
Incluso para aquellos que nunca antes se habían preocupado por realizar algún tipo de actividad deportiva, los gimnasios pueden convertirse en una especie de salvavidas. Por un lado, porque no hay que olvidar que las disciplinas que en ellos se pueden practicar son muchas y que no es necesario estar en buena forma física para comenzar a ejercitarse.
Por otro lado, no hay que olvidar el efecto beneficioso que sobre el cuerpo y la mente tiene la actividad deportiva, la que se practica en los gimnasios o fuera de ellos:
– Cualquier deporte que se practique con regularidad es una forma eficaz de abstraerse de los problemas, de las circunstancias que rodean a la persona y de las preocupaciones. Todos estos son factores agravados por la expansión del coronavirus y que contribuyen de manera decisiva a la aparición de la fatiga pandémica.
– Realizar de forma habitual algún tipo de actividad física ayuda a liberar endorfinas, dopamina y serotonina. Todas son hormonas que ayudan a mejorar el estado anímico y, con él, la sensación de bienestar y de felicidad, armas esenciales para luchar contra la fatiga pandémica.
– El deporte también aumenta las defensas, incrementado el número de anticuerpos y favoreciendo la acción de los glóbulos blancos. Esto significa mayor protección y resistencia frente a enfermedades. Ser conscientes de ello es un aliciente más para regresar a los gimnasios o comenzar a ir a ellos. Un mejor estado físico también ayuda a enfrentarse al coronavirus y a la fatiga pandémica.
Los gimnasios, más necesarios que nunca
Esa fatiga pandémica puede afectar a todos los niveles. La ansiedad y el desánimo influyen en las relaciones sociales y personales, pero también al rendimiento escolar y laboral. Pueden convertirse en un círculo vicioso de consecuencias muy severas. Por eso, es posible pensar en los gimnasios como un arma terapéutica. Centros deportivos que en la actualidad cuidan hasta el extremo las medidas de seguridad.
Pero aquellos que aún tengan cierta prevención, entrenar con herramientas online como Telegim es una alternativa. Incluso puede llegar ser un aliado de muchas empresas para que los empleados encuentren un aliciente más a la hora de trabajar y aumenten así su productividad. La inversión necesaria es pequeña si se compara con los beneficios que puede ofrecer frenar los devastadores efectos que tiene la fatiga pandémica.
El deporte siempre ha sido una magnífica válvula de escape para todo aquello que preocupa y una forma de aislarse de los problemas y temores, a la vez que se mejora el estado físico. De ahí el papel tan importante de los gimnasios a la hora de evitar y superar el que ya es un problema serio de salud pública: la fatiga pandémica.