Los alimentos que adelgazan y las calorías negativas

Un alimento cuyo aporte calórico sea menor que la energía que se emplea en digerirlos, nos haría adelgazarde solo comerlos; dicho en otras palabras, el organismo emplearía más calorías en su digestión que las obtenidas del alimento. En efecto, hablamos de los milagrosos alimentos de calorías negativas, ideales para mantener la forma…Pero ¿ existen estos en realidad ?

El valor calórico de los alimentos depende de la cantidad de energía que se obtiene tras la digestión, cuando los nutrientes reaccionan con el oxígeno celular. De hecho, una caloría equivale a la cantidad de energía necesaria para elevar en 1 grado centígrado la temperatura de 1 gramo de agua.

El alcohol y las grasas no sirven para adelgazar son los más calóricos de todos los alimentos, con 9 y 7 Kcal/g respectivamente. Las proteínas en general no alcanzan la mitad de dichos valores, mientras que los carbohidratos son un grupo muy variado. Los hay súper calóricos como los carbohidratos refinados (pastas, panes, arroces y azúcares blancos), pero también muy poco energéticos, como las fibras dietéticas.

Una parte de las fibras dietéticas no son digeridas sino que pasan directamente al tracto intestinal inferior, por lo que los alimentos que las contienen en alto grado aportan muy pocas calorías. Justo de este grupo de alimentos proviene la idea de las llamadas calorías negativas.

Las toronjas ( o pomelo), naranjas y demás cítricos, así como el apio, la col y otros vegetales como los berros, la acelga y las espinacas han sido propuestos alguna que otra vez como alimentos con calorías negativas. En efecto, todos ellos aportan entre 0.1 y 0.3 Kcal/g y por tanto su consumo resulta muy útil para adelgazar o mantener el peso adecuado.

Pero de ahí a decir que aportan menos energías que las necesarias para su digestión va un buen trecho. Es lo que afirma la doctora Nancy Synderman en su libro Debunking 10 Myths About Dieting: No, no existen las calorías negativas y por lo tanto tampoco los alimentos que hacen adelgazar por si mismos, ya que la energía que emplea el organismo para digerirlos será siempre mucho menor.

De manera que si bien vale la pena vigilar lo que comemos para mantener la forma, nadie piense que hartándose de apios frente al televisor va a lograrlo. Lo mejor será añadir algún tipo de ejercicio físico sistemático a una dieta balanceada y sana.

Los rivales proteicos del huevo

Ejercicio y nutrición van de la mano. Para el que se ejercita regularmente, el consumo suficiente de proteínas resulta indispensable. Estas moléculas compuestas por cadenas de aminoácidos y cuyo significado etimológico es alimento prominente, tienen entre sus funciones la de crear tejidos resistentes y elásticos… es decir, músculos.

Hay alimentos que son importantes fuentes naturales de aminoácidos esenciales, ocupando el huevo de gallina un lugar sobresaliente. Un huevo de 50 g, escaldado en su cáscara,  aporta 6 g de proteína animal a cambio de solo 85 kcal. Pero hay varios alimentos que igualan o superan la densidad proteica del huevo. Comencemos por dos de origen lácteo.

El yogur griego.

Además de más caro, este yogur de importación contiene el doble de proteínas que sus homólogos. Puede ser de vaca o cabra, pero este último es el más distintivo, sabroso y proteico. Media taza aporta  17 g de una proteína muy completa a cambio de unas 100 kcal.

El queso gruyere.

Todos los quesos son fuentes naturales de proteínas, pero esta especie suiza destaca especialmente. Una onza del producto contiene hasta 8 g. de proteína. Pero mucho cuidado con la dieta, porque aunque dicha onza aporta unas aceptables 120 kcal, resulta muy fácil dejarla muy atrás rápidamente…

Los granos tostados de soja.

No es la forma más común de consumir esta leguminosa pero resulta altamente proteica,  proveyendo unos 15 g de una excelente proteína vegetal  en apenas un cuarto de taza del producto. La fibra dietética y el potasio que aporta son muy notables y beneficiosos.

Las semillas de calabaza.

Otra no tan común, pero igual de nutritiva. Estas semillas, además de medicinales (en especial muy buenas para la inflamación prostática benigna), aportan unos 10 g de proteínas por cuarto de taza del producto. Toda una delicia y, como si fuera poco, rica en minerales traza.

La spirulina.

Es una cianobacteria de color verdoso que habita en lagos alcalinos muy soleados. Se cultiva artificialmente y se vende en píldoras o pulverizada. Un par de cucharadas de spirulina en polvo poseen 8 g de proteínas de alta biodisponibilidad, siendo probablemente la única fuente no animal que contiene los ocho aminoácidos esenciales para el hombre, además de otros diez.  Para hablar de todos sus beneficios, se necesitarían varios artículos.

Ya saben, los huevos no son la única fuente natural de proteínas a las que echar mano en busca de los aminoácidos esenciales. Y en la variedad, además del mejor gusto, radica la única manera de conjugar adecuadamente ejercicio y nutrición.

¿No adelgazamos? Algo debe estar pasándonos

Es muy frustrante hacer un esfuerzo por adelgazar y no lograrlo, lo que obedece a una serie de hábitos que simplemente nos impiden lograr la meta de bajar de peso. Si estas en esa situación, lo mejor es saber qué es lo que está pasando, con la finalidad de rectificar a tiempo y seguir por el camino correcto para lograr el cuerpo que deseamos. Una costumbre que nos genera muchos perjuicios, es la ingesta de bebidas con un alto contenido de azúcar, siendo una alta fuente de calorías, como las gaseosas sintéticas ( bebidas de cola o similar ) que a diario tenemos a nuestra alcance. Lo peor de todo son los refrescos light o dietéticos, cuyo consumo nos ayuda a engordar aunque carezcan de calorías, porque elevan los topes de insulina en el organismo, dando como resultado el incremento del apetito.

Las frutas y frutos secos, pueden considerarse como alimentos muy favorables para el organismo, si lo vemos desde el punto de vista que tienen vitaminas, micronutrientes y omega 3. No obstante, algunos frutos secos tienen exceso de calorías y azúcar, en especial las almendras y nueces. Un gramo de grasa representa 9 calorías, y consumir entre 100 a 200 gramos de estos alimentos es algo que perjudica nuestra salud. Lo mejor es tomar una ración reducida de este tipo de frutos.

Comer de forma excesiva, se convierte en un gran obstáculo si nos proponemos adelgazar, porque no se tiene certeza de la cantidad de grasas, carbohidratos y proteínas que se ingieren. Las salsas, pueden adicionar bastantes calorías a las comidas, así como los condimentos. Comer en restaurantes, así parezca saludable a simple vista lo que estemos comiendo, es una rutina que puede ayudarnos a ganar peso, porque en instantes estamos ingiriendo al menos 600 calorías, una cantidad importante si deseamos adelgazar.

Si creemos que evitando el consumo de proteínas adelgazaremos, sencillamente estaremos equivocados. Más allá de acompañar el crecimiento de nuestros músculos y la reparación de los mismos, las proteínas nos ayudan a estar más llenos cuando comemos, por lo que la cantidad de calorías que terminemos consumiendo será menor. Al adelgazar, podemos mejorar el rendimiento físico que tengamos, buscando estimular el cuerpo para lograr un excelente resultado con una buena rutina de entrenamiento. Cuando nos dispongamos a entrenar, hay que esforzarse con mucha dureza, planificando adecuadamente la forma en la que debamos entrenar, consolidando estrategias para definir nuestros músculos o adelgazar.

Y si hacemos demasiados ejercicios cardiovasculares, pero no adelgazamos, puede obedecer a un incremento en los niveles de cortisol dentro del organismo, cosa que producirá bastantes problemas de salud y una mayor cantidad de grasa en el abdomen. El cortisol, también se produce de forma excesiva por el estrés, obstaculizando nuestra intención de adelgazar.

En resumen, si queremos adelgazar y tonificarnos en general ( sin buscar ningún tipo de objetivo deportivos, simplemente para perder un poco de peso y tonificarnos un poco ) a ser posible, beber siempre agua ( sin gas ), mantener un alimentación variada, equilibrada, sin excesos de ningún tipo de alimento en concreto y realizar ejercicio regularmente tanto cardiovasculares como tonificantes ( no sólo hacer ejercicios cardiovasculares ).

 

Bulimia, anorexia y ejercicio físico

Si bien son de dominio público los vínculos existentes entre el ejercicio físico y la salud general del individuo, ahora la Universidad de la Florida añade un nuevo eslabón a la cadena. Según un reciente estudio realizado, la actividad física puede considerarse como una herramienta valiosa en el tratamiento y prevención de los llamados trastornos de la conducta alimentaria.

Hasta ahora, a los pacientes que sufren dichos trastornos (fundamentalmente bulimia y anorexia nerviosas) no se les recomienda la realización de ejercicios físicos, básicamente por temores relacionados con posibles excesos. Sin embargo el psicólogo deportivo Heather Hausenblas -uno de los autores del citado estudio- afirma que los efectos favorables del ejercicio moderado sobre la autoestima, los estados de ánimo y la imagen corporal pueden contribuir a la recuperación de estos enfermos, así  como a reducir el riesgo de aquellos predispuestos a padecer la dolencia.

En una muestra de 539 estudiantes universitarios sanos, evaluados según su grado de motivación para mantenerse delgados y sus patrones de ejercitación, los modelos estadísticos aplicados confirmaron que los efectos sicológicos del ejercicio sistemático son muy útiles en la prevención y tratamiento de los trastornos de la bulimia y la anorexia.

Claro que no se trata de subir a la alfombrilla  a una chica desnutrida de 30 Kg de peso, pero sí de que cuando se recupere lo suficiente, incorpore a su vida la rutina de ejercicios que mejor le asienten, con el consentimiento del facultativo. Y sobre todo, a introducir dicha práctica sana a tiempo entre los predispuestos.

Según especialistas consultados, esta confirmación expone las complejas interacciones físicas y sicológicas del ejercicio físico y su impacto favorable en la salud individual, incluyendo los aspectos nerviosos relacionados con la bulimia y la anorexia.

De esta manera, podrían trazarse estrategias públicas encaminadas a tratar y  prevenir los trastornos alimentarios, que por cierto, también incluyen a los cientos de millones que han llegado a la obesidad debido a su ingestión compulsiva de alimentos, la cual también afecta a individuos de peso normal.

Según el Departamento de Salud de los Estados Unidos,  el 3.5% de las mujeres y el 2% de los hombres padecen algún trastorno de la conducta alimentaria. Se trata de varios millones de personas afectadas física, espiritual y económicamente, gravitando negativamente además sobre los gastos públicos y la productividad económica. Toda una plaga, en la que el ejercicio físico se confirma como alternativa del cambio necesario.