Los rivales proteicos del huevo

Ejercicio y nutrición van de la mano. Para el que se ejercita regularmente, el consumo suficiente de proteínas resulta indispensable. Estas moléculas compuestas por cadenas de aminoácidos y cuyo significado etimológico es alimento prominente, tienen entre sus funciones la de crear tejidos resistentes y elásticos… es decir, músculos.

Hay alimentos que son importantes fuentes naturales de aminoácidos esenciales, ocupando el huevo de gallina un lugar sobresaliente. Un huevo de 50 g, escaldado en su cáscara,  aporta 6 g de proteína animal a cambio de solo 85 kcal. Pero hay varios alimentos que igualan o superan la densidad proteica del huevo. Comencemos por dos de origen lácteo.

El yogur griego.

Además de más caro, este yogur de importación contiene el doble de proteínas que sus homólogos. Puede ser de vaca o cabra, pero este último es el más distintivo, sabroso y proteico. Media taza aporta  17 g de una proteína muy completa a cambio de unas 100 kcal.

El queso gruyere.

Todos los quesos son fuentes naturales de proteínas, pero esta especie suiza destaca especialmente. Una onza del producto contiene hasta 8 g. de proteína. Pero mucho cuidado con la dieta, porque aunque dicha onza aporta unas aceptables 120 kcal, resulta muy fácil dejarla muy atrás rápidamente…

Los granos tostados de soja.

No es la forma más común de consumir esta leguminosa pero resulta altamente proteica,  proveyendo unos 15 g de una excelente proteína vegetal  en apenas un cuarto de taza del producto. La fibra dietética y el potasio que aporta son muy notables y beneficiosos.

Las semillas de calabaza.

Otra no tan común, pero igual de nutritiva. Estas semillas, además de medicinales (en especial muy buenas para la inflamación prostática benigna), aportan unos 10 g de proteínas por cuarto de taza del producto. Toda una delicia y, como si fuera poco, rica en minerales traza.

La spirulina.

Es una cianobacteria de color verdoso que habita en lagos alcalinos muy soleados. Se cultiva artificialmente y se vende en píldoras o pulverizada. Un par de cucharadas de spirulina en polvo poseen 8 g de proteínas de alta biodisponibilidad, siendo probablemente la única fuente no animal que contiene los ocho aminoácidos esenciales para el hombre, además de otros diez.  Para hablar de todos sus beneficios, se necesitarían varios artículos.

Ya saben, los huevos no son la única fuente natural de proteínas a las que echar mano en busca de los aminoácidos esenciales. Y en la variedad, además del mejor gusto, radica la única manera de conjugar adecuadamente ejercicio y nutrición.

Proteínas: ¿ Cuanto debemos consumir ?

Si nosotros nos dedicamos a entrenar en la casa o en un gimnasio, tenemos que prestar una mayor atención a la nutrición que tengamos, ya que nuestro cuerpo estará sometido a una mayor cantidad de exigencias físicas y por ende, requiere de una mayor cantidad de nutrientes para que dispongamos de una mayor cantidad de energía con la que podamos hacer todas las actividades cotidianas, incluyendo nuestras sesiones de entrenamiento. Con esto, se busca que el cuerpo no afronte una insuficiencia de los elementos que lo mantienen activo desde el punto de vista energético, para que las fibras musculares no tengan complicaciones de ningún tipo.

El consumo ideal de proteína para cualquier persona se puede establecer en 0,8 gramos por cada kilogramo que pesemos, por lo que una persona que tenga un peso de 80 kilos, debería consumir diariamente 64 gramos de proteínas, los cuales se pueden ingerir en una comida. No obstante, los atletas de alto rendimiento requieren una mayor cantidad de proteínas, porque se hace imprescindible este elemento para fortalecer los músculos si se trata de realizar un régimen de entrenamiento de manera continua, para incrementar el tamaño de la masa muscular.

Y si nos vamos al caso de los físico-culturistas, ellos piensan que deben tomar 2,2 gramos de proteínas por cada kilo que pesen, para conseguir resultados que sean óptimos. Una cosa que no podemos obviar, es que hay revistas empeñadas en vender proteínas sintéticas de algunas empresas que fabrican estos productos, argumentándose en lo que come un deportista de primer nivel, lo cual se puede situar hasta en 1.000 gramos diarios, cantidad que solamente se puede alcanzar con suplementos de este tipo.

En realidad, ¿Cómo podemos saber la cantidad de proteínas que debemos tomar? Hay varias maneras, siendo una de ellas el balance de nitrógeno, con el que se calcula lo que necesita una persona sana en cuanto a proteína nitrogenada se refiere, sabiendo que un gramo de nitrógeno es generado por 6,25 gramos de proteínas, menos el nitrógeno que se elimina mediante la orina y las heces (unos 4 gramos aproximadamente). Pero el balance de nitrógeno es un método muy cuestionado, ya que los organismos de cada persona no tienen ningún parecido.

De acuerdo a diferentes investigaciones, se ha podido determinar que un atleta necesita más proteína cuando inicia un nuevo programa de entrenamiento o incrementan la dificultad en la rutina de ejercitación que hacen, ya que lógicamente hacen un mayor esfuerzo. Además, el atleta debe tomar en cuenta como trabaja su sistema inmunitario, el desempeño de los aminoácidos que consume y la forma en la que su organismo hace la síntesis de tejidos conectivos para tener un panorama más certero con respecto a sus requerimientos proteicos. Quienes hacen alguna forma de entrenamiento de baja intensidad, no necesariamente deben aumentar la cantidad de proteínas para su organismo, ya que la exigencia física a la que se somete el cuerpo no es muy alta.

En fin, la cantidad de proteínas que debemos consumir diariamente puede variar según el peso que tengamos y la rutina de entrenamiento que realicemos. Lo recomendable es obtenerla por medio de varias fuentes y no limitarnos a una sola, para compensar cualquier limitación que pueda tener una proteína con cualquier otra.