Dice el refrán que “de grandes cenas están las tumbas llenas”. El sueño se ha visto alterado en los últimos años como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías y de los problemas y el estrés que nos genera nuestra vida diaria. Una cena copiosa o acostarnos sin cenar provocarán que demos vueltas sin parar en nuestro colchón.
Numerosos estudios realizados por expertos en la materia, han determinado que los extremos, como en todo, no están relacionados con el correcto descanso. Hay personas que se dan auténticos atracones antes de marcharse a la cama, generando esto una sensación de pesadez y malestar que puede dificultarnos el sueño. De lo contrario, otras prefieren marcharse a dormir sin probar bocado, lo que podrá provocarles una fatiga seca o una necesidad de comer a media noche. ¿Qué es lo ideal? Comer para saciarnos a base de alimentos bajos en grasa y de fácil digestión. No obstante, sino queremos sentirnos fatigados en el colchón, lo ideal será dejar pasar entre una hora y una hora y media desde que cenamos hasta que nos acostamos.
Para combatir el insomnio y garantizarnos un sueño de calidad, te queremos mostrar 10 cenas ideales para que te vayas a la cama con la tranquilidad de que no te harán descansar. Y es que existen alimentos que favorecen al sueño, ya que ayudan a regular los niveles de serotonina y melatonina (influyen directamente en el sueño). Entonces, ¿qué podemos cenar?
- Productos lácteos: El queso, el yogur o la leche contienen triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina y de melatonina. Un buen vaso de leche caliente antes de marchar a dormir favorecerá a un sueño placentero.
- Pollo o pavo: Son otros dos los alimentos ricos en triptófano.
- Pan integral: Contiene vitamina B1 y la B6 de los cereales integrales. Si lo combinamos con miel generarán la fusión perfecta, ya que ésta contiene glucosa que se encarga de indicar al cerebro que debe disminuir la función de la orexina, una sustancia directamente relacionada con la vigilia. Gracias a la miel, el triptófano del pan integral viajará hasta el cerebro, donde se convertirá en serotonina y mejorará la calidad de sueño.
- Almendras: Un buen puñado de éstas nos aportará un gran contenido de triptófanos y magnesio, dos sustancias capaces de inducir al sueño.
- Avena: Un clásico de los desayunos, aunque también deberá serlo de las cenas. Actúa como estimulante en la producción de melatonina, por lo que si lo consumimos dos o tres horas antes de marcharnos a dormir, podría ayudarnos a relajarnos y dormir. Además es muy saludable para el sistema cardiovascular y realmente beneficioso para las personas que padecen diabetes.
- Chocolate negro: ¡Delicioso! Estimula la producción de serotonina, hormona capaz de relajar tanto el cuerpo como la mente.
- Bananas: Si no quieres dar vueltas en el colchón, las bananas son la mejor pastilla natural para dormir. ¿No te lo crees? Su alto contenido en nutrientes estimulará la producción de melatonina y serotonina, mejorando nuestra calidad del sueño. El magnesio y el potasio que nos aporta esta fruta contribuirá a relajar nuestros músculos y nuestro sistema nervioso.
- Cerezas: Esta fruta posee un alto contenido en melatonina, al igual que la avena o las nueces, por lo que nos ayudarán a mejorar nuestras condiciones de sueño.
- Té de hierbas: Puedes elegir entre manzanilla, pasiflora, tilo o lavanda, entre otros. Todos poseen propiedades relajantes y sedantes que mejorarán tus noches.
- Atún y salmón: Estas dos variedades de pescados son ideales para conciliar el sueño. A la plancha son realmente saludables, y además cuentan con grandes dosis de la vitamina B6, complemento para la melatonina. Podremos combinarlos con ensalada o con arroz blanco, que aunque sus carbohidratos no sean recomendables por la noche, sí que nos facilitará el sueño.