Está probado que en los gimnasios existe el estafilococo dorado, entre otros microorganismos peligrosos como la muy conocida Candida albicans. El empleo de los aparatos y colchonetas por miles de personas, el ambiente húmedo y las altas temperaturas suelen confabularse para crear un medio favorable.
En su libro titulado Skin Rules, la dermatóloga Debra Jaliman nos propone utilizar esterillas personales como una buena manera de mantener la higiene en el gimnasio. Pero veamos otros cuidados imprescindibles para evitar contagios durante el entrenamiento.
1-Evita el contacto directo con los equipos.
Los guantes personales son una buena opción, así como fundas de nylon u otro medio según el aparato en cuestión. Como alternativa, pueden limpiarse con un paño empapado en hipoclorito de sodio al 1% las superficies de contacto de los equipos antes y después de utilizarlos, así como lavarse las manos con algún jabón de base alcohólica.
2-Diferencia el uso de las toallas.
Una toalla sucia o húmeda que se haya caído al suelo o empleado para quitar el sudor de un aparato jamás debe emplearse para secarse la piel y mucho menos la cara. El uso de dos o más toallas bien diferenciadas es una buena opción para mantener la higiene en el gimnasio, dejando la del rostro muy bien separada.
3-Nunca vayas descalzo, especialmente en las saunas.
Los baños de vapor resultan un excelente medio para liberar toxinas y lubricar la piel, pero meterse en uno de ellos requiere de cuidados. Jamás te sientes desnudo sobre los bancos ni camines sin calzado dentro de ellos, tampoco en las duchas u otras áreas del gimnasio.
4-Cambia tu ropa interior en cuanto termines la sesión.
Llevar ropa interior a las rutinas resulta tan imprescindible como cambiársela en cuanto se termina, pues suelen quedar empapadas de sudor en poco tiempo. De no hacerlo así, las chicas estarían poniendo en riesgo la salud vaginal y los hombres sus ingles, pero ambos asegurarían llenar sus nalgas de acné o algo peor, folículos pilares.
5-No reutilices la ropa usada anteriormente.
Al finalizar cada sesión, asegúrate de lavar y secar al sol todas las prendas que llevaste al gimnasio, incluidos los protectores musculares y las cintas de pelo. Los tejidos, naturales o no, resultan un excelente ámbito reproductor para todo tipo de microorganismos y por lo tanto su control resulta clave con vistas a mantener la higiene en el gimnasio.
6-Lava bien la mochila del gimnasio Y he aquí un peligroso y casi siempre olvidado medio de cultivo que muchos olvidan mantener higienizado. A veces pasan meses antes de que nos dignemos a meter la mochila del gimnasio en la lavadora. Nuestro consejo es hacerlo cada vez que llegamos de los ejercicios con abundante detergente.
J. Silvano