Artes marciales: ejercicio para el cuerpo y la mente

Nunca han pasado de moda, pero desde hace tiempo veo un gran resurgir de estas disciplinas en los clubes deportivos, sobre todo entre los adultos. Cada vez es más la gente que pasados los 30, los 40 ¡e incluso los 50!, se anima a entrar en clases de capoeira, karate o busu. Creo que hay varias razones detrás de este renovado interés: el atractivo que siempre han tenido las artes marciales, potenciado por películas como Tigre y Dragón, el hecho de que se trate de una actividad diferente a las típicas del gimnasio, como medio de defensa personal, y que se pueda trabajar el cuerpo y la mente aprendiendo además valores como la disciplina, el respeto al adversario o el esfuerzo.

Además, se trata de disciplinas muy desestresantes y entre ellas se incluyen el tai chi, el yoga o el taekwondo, derivadas de las artes marciales y que nos ayudan a encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente, dejando atrás el estrés diario y consiguiendo una gran forma física. Y para mí, los cuerpos de artes marciales son de los más estilizados y bonitos, ya que la musculatura del cuerpo se trabaja de forma muy equilibrada y suponen una gran quema calórica.

karate

Como os decía, el estrés es uno de los factores que lleva a mucha gente a practicar artes marciales, ya que además de suponer un sistema de acondicionamiento físico integral, aumentan la autoconfianza, enseñan a relajarse y a mantener la concentración y el dominio sobre uno mismo.

Pero las artes marciales van mucho más allá del combate, de hecho, en mi opinión se trata de auténticas formas de meditación en movimiento por la gran concentración y autocontrol que exigen, además del trabajo consciente con la respiración.

Practicarlas dos o tres veces por semana puede ser suficiente para conseguir una buena forma física y mantener a raya las emociones y el estrés. Además, se trata de actividades que se practican en grupo, lo que también aumenta la satisfacción y promueve el compañerismo.

Entre las artes marciales, os propongo dos que pueden servir tanto a los que necesitan esfuerzo y movimiento, como a los que buscan algo más tranquilo:

capoeira

Taekwondo. Se trata de un arte marcial coreano muy dinámico, donde el trabajo cardiovascular es muy importante, junto con la mejora de flexibilidad, elasticidad, coordinación y también psicomotricidad (por lo que es muy recomendable en niños). Se basa en el respeto y la confianza en uno mismo y en el equipo. La constancia y la disciplina son sus dos puntos clave.

Tai chi. También llamado el arte marcial de la relajación, es una modalidad terapéutica originaria de China. Apto para cualquier tipo de persona, se basa en la realización de movimientos armónicos y fluidos y está recomendado para aquellas personas que quieran mejorar la movilidad articular y la flexibilidad.

Los que no tienen tiempo de ir al gimnasio también pueden practicar artes marciales gracias a las sesiones online de yoga o actividades como Combat (en Telegim.tv), que toma elementos de las artes marciales y se practica al ritmo de la música guiados por un instructor.

Mindfulness: todo lo que puede hacer por ti

Últimamente se habla mucho de esta disciplina, que ha llegado incluso hasta los colegios y las empresas. Pero no se trata de un invento moderno, esta filosofía vital se remonta al nacimiento del budismo y ha sido rescatada por la psicología occidental como método terapéutico para el control de las emociones. ¿Su objetivo? Conseguir la atención plena en el momento presente.

¿Se trata de meditar? Ambas prácticas tienen cosas en común pero, como nos explica Soledad Calle, directora del Postgrado en Mindfulness y Psicoterapia del Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona, “la meditación opera en un ámbito más espiritual y el mindfulness en un ámbito más terapéutico”. Aunque en ciertos programas de mindfulness, como los orientados a combatir el estrés, también se emplean técnicas de meditación, respiración y relajación, y posturas de yoga.

Como os decía, el objetivo del mindfulness es conseguir concentrarnos en el momento presente y dejar a un lado los estímulos exteriores que percibimos y que nos distraen de lo realmente importante, que nos estresan y nos llevan al caos mental y a los pensamientos obsesivos.

Los beneficios de esta disciplina están demostrados por estudios psicológicos, profesionales del sector médico y universidades, y se extienden a diferentes áreas de la vida, desde el sueño y la ansiedad hasta el tratamiento del dolor. Desde la Fundación para la Educación y el Desarrollo Transpersonal nos cuentan los 10 principales beneficios del mindfulness:

  1. Reduce la ansiedad. El mindfulnessaporta calma y serenidad, lo que mejora la salud física y emocional. Además, reduce la presión arterial y los niveles de cortisol (la hormona del estrés), lo que te ayuda a controlar las emociones.
  1. Mejora diferentes problemas psicológicos. Esta terapia cada vez es más utilizada como tratamiento complementario de la depresión, el dolor crónico, la ansiedad, los trastornos obsesivo compulsivos y los problemas de sueño.
  1. Ayuda a superar conflictos. Esta técnica enseña a disfrutar del momento presente, alivia en los procesos de duelo y ayuda a disolver los rencores y viejas heridas que se fijan en el subconsciente y producen negatividad.

agua

  1. Suaviza las personalidades extremas. Esta práctica ayuda a madurar emocionalmente, a entendernos y a evolucionar aceptando las circunstancias de nuestra vida.
  1. Despierta la creatividad y originalidad. A través de la respiración y la relajación aumenta la lucidez mental y potencia la creatividad. También ayuda a pensar de forma diferente ante los problemas cotidianos, encontrando soluciones inesperadas.
  1. Más compasión y empatía. El mindfulness desarrolla regiones del cerebro que tienen que ver con la empatía y las emociones ajenas.Practicándolo te costará menos conectar con los demás.
  1. Disfrutarás más de la vida. Esta terapia aporta claves para sentirse más feliz, para apreciar los pequeños detalles y momentos que muchas veces pasan desapercibidos por nuestro ritmo frenético de vida.
  1. Protege contra el La práctica del mindfulness ha demostrado ser efectiva en la prevención de esta enfermedad, ya que la atención plena, consigue estimular los centros neuronales y reducir un gen pro-inflamatorio en el sistema inmunológico relacionado con el Alzheimer.

piedras

  1. Más concentración. Varios estudios demuestran que el mindfulness ayuda a reducir las distracciones y centrar la atención en una sola tarea. Algo que verás reflejado en tu trabajo y en todos tus quehaceres diarios.
  1. Dormirás como un bebé. Gracias a la meditación el cuerpo experimenta una relajación natural que te ayuda a liberarte de las preocupaciones y a conciliar el sueño.

Como veis, el mindfullness tiene tantos beneficios que merece la pena probarlo, sobre todo si vivís con mucho estrés, tenéis problemas de ansiedad o sueño, os implemente sentís que algo no va bien en vosotros, que no estáis a gusto en vuestra piel. En mi opinión, el yoga puede ser el complemento perfecto a esta práctica, ya que ambas disciplinas persiguen el equilibrio físico y mental.