Cinco ventajas del ejercicio en casa

Son muchos los famosos que entrenan en sus casas. Frédéric Delavier es autor del best-seller  Strength Training Anatomy y uno de los convencidos sobre las ventajas del ejercicio en casa. Según plantea, con el predominio del ejercicio cardiovascular se han ido perdiendo los buenos gimnasios de pesas, por lo que se ha hecho el suyo a la medida.

Con el abaratamiento de los aparatos para ejercicios, por un lado, y la informatización acelerada por otro, hoy no resulta ni complejo ni demasiado caro montarse un gimnasio bien equipado en un cuarto de casa. Pero analicemos algunas de las ventajas del ejercicio en casa que defiende Delavier.

Ahorro de tiempo.

El solo hecho de tener que vestirse, ir al Gimnasio y volverse a cambiar para comenzar a entrenar resulta cuando menos cansón, sin contar que al finalizar las sesiones habrá que desandar todo el camino. Todo un rollo, que a veces consume más tiempo que la propia rutina de ejercicios.

Trabajo más concentrado.

Es cierto que en los gimnasios se socializa, pero casi siempre a costa de un trabajo intenso y concentrado. No es posible hacer el ejercicio correctamente, por ejemplo, pedaleando sobre una bicicleta o hacer abdominales colgados de una barra mientras se conversa sobre fútbol con el compañero de al lado. En cambio, la soledad de la casa nos permitirá una concentración plena y por supuesto…

Mejores resultados.

Porque además de lo expuesto en el punto anterior, está el tema de los aparatos para ejercicios. Según Delavier, los gimnasios tienden a priorizar la belleza exterior de dichos artefactos por sobre su efectividad. Y es que como norma los dueños de gimnasios tienden a enfatizar el aspecto social y divertido de sus locales. Es por ello que trabajando en casa habrá un mayor chance para mejores resultados.

Menor riesgo de lesiones.

A casi todos nos gusta sobresalir, especialmente a los chicos frente a las chicas. Es por ello que en los gimnasios a algunos les resulta tentador hacer mucho más de lo que deberían. Si se levantan pesas, intentan con discos más pesados; si se trata de algún ejercicio cardiovascular, lo llevan a extremos anaeróbicos;  si la sesión es de elasticidad, pues intentan parecer de goma… y ahí vienen las lesiones inesperadas. Nada de ello sucede frente al espejo de hacer ejercicio en casa.

Mayor higiene.

La diaria concentración de personas en los gimnasios, junto a las altas temperaturas y la elevada humedad reinantes,  facilitan la proliferación de hongos, virus y bacterias sobre alfombrillas, manubrios y duchas. Y no es que sean muy frecuentes los casos de infecciones adquiridas en los gimnasios… pero en casa todo es más seguro y limpio.